Secretos

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Conversamos un rato sobre nosotros, nuestros sentimientos y las situaciones que habían acontecido, acerca de lo que iba a pasar con nuestra relación y como haríamos para sobrellevarlo; era un alivio que mi abuela estuviera de nuestro lado, dándonos su total apoyo, obviamente nadie más debía enterarse al menos hasta que me graduase de la UA.

-¿Crees que pueda quedarme a dormir aquí? (pregunté con voz tímida, era casi medianoche, no quería volver a la academia ni ir a casa).

-N-no sé si sea b-buena idea... (seguramente mi petición tomo a Hawks desprevenido, se veía nervioso).

-L-lo entiendo (dije apresurada, agitando mis manos), n-no pretendía otra cosa, lamento si eso s-sono raro.

Algo apenada y sumida en mis pensamientos me levanté del sofá rápidamente y camine a la salida, tome la perilla de la puerta, pero la mano de Hawks se situó sobre la mía impidiéndome abrir, me gire lentamente para ver su rostro, tenia una expresión que no había visto antes, escéptico y como si mis palabras lo hubiesen herido.

-Quiero que te quedes, pero no se si seré capaz de controlarme, no quiero que me odies... (recargo su cabeza en mi hombro y cuando toque su cabello, me levanto con facilidad).

-¿Q-que haces? (pregunté sorprendida mientras caminaba conmigo sobre sus brazos).

-Te llevo a mi habitación... (su rostro lleno de seguridad me hicieron enrojecer tanto que sentí que en cualquier instante, saldría vapor por mis orejas, cubrí mi rostro con ambas manos).

-A-aún no estoy lista p-para esto...

-¿De qué hablas?, solo te dejaré dormir aquí (me miro alzando una ceja, con una sonrisa burlona), jajaja eres tan inocente, yo dormiré en la sala, así que no te preocupes.

Me dejo sobre la cama con suavidad y luego depositó un dulce beso en mi frente.

-Descansa Utano (lo tomé de la muñeca sin pensarlo mucho).

-Lamento causarte problemas... pero ¿me podrías dar otro beso antes de irte? (su rostro estaba lleno de asombro, cuando sus ojos se encontraron con los míos continué)... en los labios (dije un poco mas bajo).

Desvié la mirada al suelo, no podia creer lo atrevidas que sonaban mis palabras, pero no negaría que luego de probar sus labios deseaba más, me sentía un tanto culpable de pensar que Hawks se estaba conteniendo por mi y yo por otra parte, le ponía las cosas aún más complicadas. Recargo sus brazos sobre la cama, dejándome justo en medio de ellos, se acerco peligrosamente y lamió mis labios entreabiertos.

-Sólo recuerda que tu lo pediste... este será tu segundo beso y me asegurare de tomar todos los que le siguen (susurro en mi oído).

Presiono sus labios sobre los míos y de inmediato le di el suficiente espacio para que su lengua avanzara, al mismo tiempo empujaba su cuerpo contra el mío, hasta que quedo completamente sobre de mi, sus manos se sentían cálidas y suaves, tan grandes que sus caricias me dejaban sin aliento mientras se paseaban sobre mis muslos y caderas; coloque mis manos sobre sus mejillas y comencé a moverlas lentamente hasta tocar su cabello con las puntas de mis dedos, detuvo sus movimientos para colocarse a horcajadas sobre mi, me tomo de las muñecas y las presiono firmemente sobre mi cabeza, bastaba solo una de sus manos para sujetarme, mi complexión era pequeña a su lado; ahora que me tenia atrapada, tomo unos segundos para mirarme, mi respiración seguía agitada.

-Estoy muriendo por hacerte mía... pero prometo que parare en el momento que me lo digas, no haré nada que no quieras (asentí con mi corazón a punto de salirse de mi pecho)... Utano... (susurro).

Volvió a besarme, pero con mas delicadeza que antes, como si temiera romperme, ahora sus manos temblaban un poco y a duras penas rozaban mi piel, como si dudara, estaba nervioso por continuar, en ese momento su teléfono móvil comenzó a sonar en su bolsillo, suspiro con resignación, algo molesto por la interrupción y saco el celular para mirar la pantalla, su rostro palideció un poco al ver de quien se trataba.

Nuestro hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora