El adiós

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Chieko me habló brevemente acerca de lo ocurrido con los padres de Uta, no pudieron huir de la desintegración de Shigaraki, no quedaron ni siquiera las cenizas de ellos, el único hijo de los Ishikawa, quien era médico cirujano, estaba trabajando en otro de los hospitales resguardados que atendían a los héroes restantes. No podía ni imaginar la difícil situación en la que se encontraban.

-Hawks... (dijo Chieko con voz baja sacándome de mis pensamientos) he pensado en llevarme de aquí a Utano.

-Pero es el mejor hospital y Best Jeanist se encargó personalmente de buscar a la gente que resguarde su seguridad.

-Lo sé cariño, pero me refiero a salir del país (sus palabras eran firmes, ya había tomado una decisión), ya no es seguro para ella quedarse aquí en estas condiciones, y tú no puedes permanecer a su lado cuidandola (esas palabras rompieron mi corazón), incluso si te pido que nos acompañes, te conozco lo suficiente para saber lo que dirás, y que aún tienes que cumplir con tu deber, así que deja que me la lleve y pueda sanar tranquilamente.

Me quedé en silencio un momento reflexionando mientras veia su hermoso rostro cubierto de heridas, ella tenía razón, Utano no estaba a salvó aquí, sobretodo si Dabi todavía rondaba por ahí en el caos de la cuidad, asentí acompañado de un largo suspiro.

-Tienes razón Chieko, será lo mejor para ambas (sentí su mano sobre hombro, acompañada de una cálida mirada), ¿cuándo piensas irte con ella?

-Mi jet privado está listo para salir en cualquier momento, pero quiero que ella despierte primero, si aún no te convences de ir con nosotras, al menos podrán despedirse.

Sonreí amargamente, estos podrían ser nuestros últimos días juntos, yo aún debía ir a una guerra casi a ciegas, no podía huir, incluso luego de ser tachado cómo un traidor y asesino, no podía abandonar tan fácilmente a las personas que alguna vez vitorearon mi nombre... a pesar de todo, yo tenía miedo, miedo de no volver a verla, de morir sin haber haber vivido un sin fin de experiencias a su lado.

Junte mis manos y las apreté con fuerza, rezando a cualquier dios que pudiera escucharme, que me diera la oportunidad de tener una larga vida a su lado.

Después de eso me despedí, le pedí a Chieko que me mantuviera al tanto de lo que sucedía con Utano, me enviaba un par de mensajes al día, ya habían pasado dos días y medio desde aquella vez.

Fue cuando recibí el más ansiado mensaje:

Utano despertó, ya han retirado los tubos, sin embargo no puede hablar aún.
Leído ✓✓

Estoy en la cafeteria, baja para hablar antes conmigo, hay algo que debes saber antes de verla.
Entregado ✓✓

Me precipite a guardar el móvil en cuanto ví la palabra, despertó, no me importo nada más, llegué al hospital tan rápido como pude y busque la habitación, abrí sin siquiera tocar antes, me sentía muy ansioso y feliz.

-Utano (dije con una expresión llena de emoción, ella estaba sentada en la cama mirando por la ventana, incluso cubierta de vendas seguía luciendo como una pintura del renacimiento).

-Utano (dije con una expresión llena de emoción, ella estaba sentada en la cama mirando por la ventana, incluso cubierta de vendas seguía luciendo como una pintura del renacimiento)

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