Nuestro hilo rojo

Buena suerte

Narra Amajiki

-Entonces Tamaki... lo escuchaste todo ¿verdad? jajaja, no es muy amable de tu parte haberte hecho el dormido, sobre todo con tan encantadora dama, te trajo algunos bocadillos ¿los comerás?

-Si... (me enderece sobre la cama y tome la cajita, al abrirla vi un pequeño pastel decorado con fresas y crema batida, también había una bolsita con galletas, pero la dejé para después).

-Wow, eso se ve muy bien (dijo Fatgum emocionado) sabes... creo que le gustas a esa linda peliroja.

Mi cuerpo reaccionó ante sus palabras, mis mejillas enrojecieron y algo de culpa en la consiencia por los recuerdos de nuestra última charla, me hicieron sentir mal, suspiré como por reflejo, no había dicho nada hasta ese momento, pero no fue necesario porque inmediatamente Fatgum continúo hablando.

-¿Pasó algo con ella? (asentí lentamente), conociéndote no se lo has contado a nadie... ¿quieres hablar de eso?

-En realidad es todo mi culpa, seguramente ella vino preocupada por mi, me alegra un poco que a pesar de los malentendidos en los que nos vimos envueltos, aún le importa nuestra amistad.

-¿Entonces cuál es el problema? Parece que lo resolverán pronto.

-Es verdad que le gusto... (hubo un pequeño silencio incómodo) cuando se confesó la rechacé y a pesar de que la lastimé, acepto en quedar como amigos, pero no sé porque ahora me causa molestia ver que sea tan cercana a otras personas (Fatgum soltó una risita ante mi comentario).

-¿No será porque ella también te gusta?

-¡No! A mi... me gusta alguien más (luego de pronunciar aquellas palabras me sentí algo dudoso).

-Entonces no deberías tener inconveniente de lidiar con una situación así, aclara tu mente, a veces confundimos nuestros propios sentimientos, creo que es una linda y amable chica, cualquiera podría poner sus ojos sobre ella... me agrada, no valdría la pena perder esa amistad... aunque de la forma en que lo veo, a ti quizá te comenzó a gustar y aún no lo has notado.

Las palabras de Fatgum resonaron fuertemente en mi cabeza, mis pensamientos eran un completo caos, era probable que el tuviera razón, admiraba tanto a Nejire, porque era tan brillante como Mirio, su positividad me hacía sentir mejor, estar cerca de ella me provocaba el mismo efecto que estar cerca de mejor amigo, pero con Hayami era distinto, ella siempre fue tímida a mi alrededor, sin embargo se veía tan radiante cuando sonreía, era una amiga cercana, pero no fue hasta que confesó sus sentimientos por mi, que empecé a experimentar nuevas emociones, fui un completo tonto, una chica tan dulce como ella, que se preocupa así por mi... estoy seguro de que no encontraré a nadie que se le parezca.

Comí en total silencio el pequeño pastel, mirándolo con una sonrisa melancólica en mi rostro, los huesos rotos de mi mandíbula me dificultaban un poco el comer, pero la dulzura y suavidad de cada bocado me llenaban de felicidad y me olvidaba de todo dolor.

Gracias a Recovery Girl, Fatgum y yo fuimos dados de alta el lunes temprano, habian sido un par de días bastante duros, el señor Nighteye murió, varios resultamos heridos e incluso la liga de villanos se vió involucrada, Mirio perdió su quirk, pero sus ánimos seguían intactos, habia esperanza de revertirlo, su actitud y alegría disiparon mi ansiedad, confiaba en que mi amigo regresaría a la UA nuevamente y se convertiría en un gran héroe, además habíamos capturado a los criminales y salvado a la pequeña, todavía había luz en aquella oscuridad, me prometí a mi mismo esforzarme y sonreír con más fuerza por Mirio.

Una vez en la academia, mis compañeros me recibieron cálidamente, había preocupación en sus voces, Hayami era amable conmigo, como si aquella discusión no hubiese sucedido, tenía té y algunos bocadillos listos para ofrecerme, así que nos reunimos todos en el comedor a compartir.