Nuestro hilo rojo

Amigos...

Narra Utano

Poco después de que Amajiki y Hawks se fueron, tome una apropiada ducha y trate de repasar mis apuntes, sin embargo no lograba concentrarme; el escándalo que armaron esos dos pudo haber sido escuhado por mis compañeras de los cuartos de a lado, no queria o más bien, no sabria como explicar la situación a mis maestros, si se llegasen a enterar de que el héroe profesional alado me visita por las noches, seguramente eso también le traeria problemas a él; en este punto, ya no estaba segura de si confiar en Amajiki, los últimos días su comportamiento hacia mi habia cambiado bastante, esa personalidad tímida que me habia enamorado, comenzaba a esfumarse, mis sentimientos por él de cualquier forma aún estaban ahi, como la intermitente luz de una luciérnaga que poco a poco se desvanecia, me dolia pensar que no podriamos seguir siendo amigos si las cosas no se arreglaban. De cualquier forma me fui a dormir, no sacaria nada dándole vueltas a mis preocupaciones.

Desperte un poco mas tarde de lo usual, no tenia ánimos de cocinar el almuerzo, comparia algo dentro de la academia; me arregle, tome mis cosas y sali del dormitorio, no me cruce con Nejire ni con Mirio y por suerte tampoco con Amajiki, no tenia la energía de siempre y seguramente no podria lidiar en este momento con aquel problema.

Mientras caminaba inmersa en mis pensamientos, alguien se acerco detrás de mi, dando una palmadita en mi hombro.

-Hey Utano! (dijo una de mis compañeras de clase con una gran sonrisa), no te vi almorzando esta mañana, fue algo extraño, ya me habia acostumbrado a verte cerca de los 3 grandes.

-¿Es así? jaja (me force a sonreir desviando la mirada), hoy desperté algo cansada por el trabajo que hay en la agencia y me apetecia comer algo en la cafetería.

Mi compañera, Mineko, era muy extrovertida y agradable, una de mis amigas mas cercanas, su altura era mayor a la de Hawks, 1.72 metros, su cabello algo corto y de un negro muy brillante, sus verdes ojos simulaban a los de un gato, encajaban perfectamente con su quirk, que le daba las habilidades de un felino, si tuviera que describirla de alguna otra forma, diria que ella seria como el protagonista de un manga, demasiado cool y rodeado de muchos amigos siempre, las chicas le daban galletas caseras e incluso se le habian llegado a declarar, de alguna forma tenia la impresión de que se parecia a Miruko.

-Mmm, te ves algo decaida ¿sabes?... (suspiro) oye Utano, no quiero que pienses que soy entrometida o algo así, pero no es como que pueda anular mi quirk (rasco su mejilla riendo con un poco de nerviosismo), anoche lo escuche todo (mi expresión se congelo un instante, me detuve y la mire).

-¿Qué tanto es... todo? (pregunté algo agobiada).

-Pues la pequeña discusion entre Amajiki y Hawks, en verdad lo siento, pero te prometo no contarle a nadie (me miraba con unos enormes ojos sinceros, contradiciendo su aspecto felino, ahora se veia como un cachorro).

-Gracias (suspire y tome una de sus manos entre las mías, mirándola fijamente), eres mi amiga y confio en ti.

-Eso significa... ¿que me contaras toda la historia? (a veces su personalidad no encajaba con su aspecto, podia ver una cola invisible meneandose, con esa curiosa y feliz expresión).

Al final acabe contándole todo, me sorprendí un poco de que ella supiera sobre mi enamoramiento por Amajiki, pero segun Mineko, siempre fui muy obvia, escuchó muy atenta cada detalle sin juzgar o interrumpir mi narración de los eventos, fui muy sincera con ella, es de las personas que jamás revelarian un secreto, aún si su vida dependiera de ello, llegamos al salón de clases justo cuando habia terminado de decirle todo... hasta lo que habia ocurrido la noche anterior, no habia nadie mas dento del aula, así que pudimos conversar un rato más.