Capítulo 3

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Posesión


Esa noche, Peter aún no se quita de la cabeza el encuentro que tuvo con Della. Se sentía extraño a su alrededor y no negaba que le atraía.

Por mucho que sea inocente, sabía que no lo era. No por lo que es en realidad.

Durante la cena en el hogar de los Rumancek, se encuentran en un agradable y cómodo silencio que Peter interrumpe contándole a su madre lo que pasó hoy en la escuela.

― Hay un chico en la escuela ― hace una breve pausa ―. Es un upir.

La madre de Peter, Lynda, deja de comer pasmada.

― ¿Un upir?

― Sí, pero creo que no lo sabe ― se echa azúcar a su taza de té ―. Tiene una hermana que no lo es. No sé qué es. Es tan grande, que apenas pasa por la puerta ― de reojo mira la expresión de su madre ―. Son los Godfrey. Esa familia parece bastante jodida.

Lynda asiente.

― Los Godfrey son asunto mío, no te acerques a ellos.

Peter lo sabe, por lo que asiente.

― Hay una chica que conocí en el verano. No me di cuenta al verla, pero cuando toqué sus manos...supe que también es un upir.

Se quedó pensativo imaginando a Della con sangre inocente en sus manos por su insaciable apetito. Le fue casi imposible por la inocencia de su mirada. No tiene una perversa presencia en ella que evidencia el monstruo que es.

Lynda se preocupa y se pregunta si habrá sido una buena idea mudarse a Hemlock Grove con dos upir al acecho.

Es preocupante que ya hubiera dos de esas horrendas criaturas que matan a inocentes por su insaciable apetito a la sangre.

Sabía por historias de su pueblo que ellos son cazadores y juegan con la presa. Tienen hábitos crueles porque muchos se comen a su presa estando conscientes, e incluso se comen la carne de la víctima, sin piedad. Para ellos es un juego y el miedo y la sangre son el premio del juego retorcido que ellos mismos crean.

― A pesar de ser uno de ellos, fue amable conmigo. No lo sé, es extraña ― agrega pensativo.

― No lo debe saber, al igual que este chico que dices.

― Lo sabe. Ella también se dio cuenta de lo que soy ― dijo, pensativo.

Mientras tanto en la mansión Godfrey, la familia ⎯ si es que se le puede llamar así ⎯ se encuentran cenando un gran banquete, como de costumbre, en silencio que solo se era interrumpido por los cubiertos contra los platos.

De vez en cuando, Roman miraba de reojo a Della y prácticamente baboseaba mientras la veía probar bocado.

Para él no había nada más atractivo que verla degustar comida.

― ¿Y? ― interrumpe el silencio Olivia. Toma su copa y le da un sorbo ―. ¿tienen algo más revelador que contar sobre el primer día de clases?

― Hay un chico ― cuenta Roman ―. Es gitano. Una chica ha estado difundiendo rumores acerca de él. Creo que es pariente del tipo del tráiler junto al río.

Della supo de inmediato de quién hablaba, pero no hizo gesto de saber dicha información.

Se quedó pensativa.

Escuchó sobre los rumores por Clara.

Se sobresalta al momento en que Olivia tira el cubierto sobre la mesa, con una expresión de molestia.

Bestias De La NocheWhere stories live. Discover now