Capítulo 4 |SEGUNDA PARTE|

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Gone Sis


Roman miraba de vez en cuando a Miranda probar bocado, no cabía duda que la chica le interesaba y por primera vez estaba siendo amable, un rasgo que no tenía, pero que quería comenzar a hacerlo con tal de que Nadia no fuera como él.

Bien sabía que desde niño él era insolente y poco agradecido por lo que tiene, y es un rasgo que quiere cambiar en Nadia.

Casi no comía porque estaba entretenido mirando a Miranda, que parecía algo incómoda entre sus pensamientos.

― ¿Sabes algo de tu auto? ―preguntó él buscando conversación.

Ella suspiró.

― Sé que todo este viaje a California es un desastre total. Como la maldición de Fu Manchú ― Roman bebió un sorbo de vino ― Pero, al menos, el tipo del taller me está ayudando.

― ¿Cómo te ayuda?

Su tono salió con algo de ironía debido a que sabía que Peter trabaja en el taller mecánico del pueblo. Aunque no sabía si era él en realidad que ayudaba a Miranda, y aun así se refería a Peter con rencor.

― Está buscando repuestos usados para bajar el presupuesto. De lo contrario, quedaría varada para siempre en este lugar. O volveré a Bangor en autobús.

― ¿Por qué te fuiste? ―preguntó con intriga Roman.

― Me separé. No quería pasar sola el invierno ― Miranda tomó su copa y bebió con la mirada fija en Roman junto a una sonrisa ―. ¿Cuántos años tienes?

― Dieciocho.

Mirando soltó una exclamación.

― ¿Dieciocho y ya eres dueño de una mansión?

Roman dejó la copa en la mesa.

― Mi padre murió, y mi madre está enferma. Mi hermana desapareció y mi otra hermana falleció, así que me quedó todo a mí ―explicó.

Mirando se le quedó viendo cuando un pensamiento se le vino a la cabeza.

― Espera. ¿Tú hermana... es la chica Godfrey que están buscando?

― Sí.

Mirando hizo una mueca que no le pasó desapercibido a Roman.

― En el pueblo dijeron que tu hermana... la que falleció... era una chica muy bonita... que hubo incesto entre ustedes y de eso salió un embarazo que ocultaron... ―comentó en voz baja.

― No creas todo lo que oyes ― interrumpió.

Miranda bajo la vista avergonzada.

Había escuchado del pueblo que entre Roman y Delilah Godfrey había pasado algo porque en redes sociales publicaron una foto de ambos besándose en un auto luego del funeral de la chica.

Y el pueblo en el que se encontraba comenzó rumorear que el aparente embarazo temprano de la chica, del cual nadie sabía del padre, era en realidad de Roman.

Roman era completamente consciente de los rumores, tanto los de Della como los de Shelley. Su agente de relaciones públicas le hizo saber aquello y desmentir los rumores.

Aunque desmentir el embarazo de Della le hacía doler el estómago, y recordaba una y otra vez a la bebé que estaba en el piso de arriba, sola y sin una figura materna.

Se quedaron en silencio por unos momentos hasta que ella volvió a hablar.

― Mi papá también murió. Hace un par de meses ― se rasca la sien, incómoda, pues el dolor seguía ahí, ya que fueron cercanos ―. Le explotó una bomba en Afganistán.

Bestias De La NocheTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon