Capítulo 17

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Durmiente


Como ha hecho las últimas semanas, Peter se fue en el autobús de regreso a casa. El chico se dio cuenta que se había acostumbrado a que Roman le diera un aventón, pero como estaban peleados eso ya no sucedía, lo que le tocaba aguantar los gritos de los estudiantes entre ellos, lanzándose cosas o comentarios furtivos.

En cambio Letha, tomaba el autobús todos los días, pero a diferencia que el resto de otros días se encontró con Peter, un ligero rubor apareció en su rostro cuando se sentó a su lado.

― ¿Qué averiguaste? ― preguntó Peter, mirándola.

― La adultez es como la secundaria, pero con hipotecas ― comenta Letha, le entrega la carta de JR a Peter que robó.

― ¿Cuándo aprendiste sobre hipotecas? ― bromeó Peter.

― Cállate.

Ambos terminan sonriendo.

― Mierda ― pronunció Peter leyendo la carta ―. Entonces, ¿tu papá y Olivia eran...?

― Médico y paciente ― señaló ―. JR perdió el control. Por otra parte, ¿recuerdas al tipo que hallamos en el camino? Él se apuñaló el cerebro hace un par de semanas.

Peter la miró perplejo.

― Oh...

― Me pareció que Roman estaba raro ― terminó por mencionar Letha.

Peter asiente, resignado: ―. Sí, está enojado conmigo.

― ¿Por qué? ― preguntó Letha.

― Porque Roman tiene un gran punto ciego en cuanto a sí mismo y cómo ve las cosas.

― ¿Estabas cuando lo arrestaron?

Peter soltó una risa

― Que tu mamá use al departamento del sheriff para castigarte no es lo mismo que te arresten.

Letha sonríe y se aparta un mechón rubio de su rostro.

― ¿Qué es lo que no dices? No es necesario que no me digas cosas porque sea mujer ― arquea una ceja al ver que Peter se le quedó mirando irónico ―. Debería pegarte.

Peter se ríe.

Por el resto del día, Letha se quedó con Peter hablando en el tráiler del gitano, cuando las cosas cambiaron en ambos.

Lo que pasó ahí, quedó entre ellos, ya que no se quedaron a conversar solamente. O eso fue lo que pensaron cuando Roman terminó viéndolos afuera bajo la lluvia.



La crema que utilizaba Della para su vientre era en realidad para evitar las estrías, aunque solo la usaba para prevenir puesto que, como era inmortal y sanaba muy rápido, era casi imposible que salieran.

Se colocó el pijama escuchando afuera la lluvia, que golpeaba las ventanas de su dormitorio. Se sentó en su tocador y comenzó a cepillar su cabello, quitando los nudos, para irse a dormir.

Escuchó un estruendo afuera de su dormitorio que la sobresaltó. Eran posiblemente más de las nueve. Sale de su dormitorio a ver la causa de tal ruido y se sorprende al ver a Roman tirado en el suelo, con un jarrón roto a su lado.

Roman estaba en un estado deplorable que le dio lástima, se notaba que estuvo bajo la lluvia, considerando su ropa mojada y pelo.

Se acercó.

Bestias De La NocheWhere stories live. Discover now