Bestias De La Noche

Capítulo 1 |SEGUNDA PARTE|

Presión Sanguínea

Conneaut, Ohio

Peter escuchaba las canciones rancheras que ponía su gente, los gitanos. Era una de las pocas veces que estaba rodeada de su gente, ya que a él se le consideraba un Gadjo, un marginado. Se encontraba en un funeral romaní de un familiar lejano y disfrutó cada momento desde que llegó con su madre.

Era su parada temporal en Ohio junto a su madre. Durante los meses que pasaron, estuvo yendo de un lugar a otro acompañado de Lynda. Nunca se quedaban en el mismo sitio más de dos días.

El funeral en el que están, era de un tío lejano de parte de su madre y no tiene un ambiente decaído, sino uno muy animado donde tocaban música, bailaban y bebían para honrar al muerto.

Encendió el cigarro, apoyándose contra la pared dentro de la casa, cerca del living donde estaba el difunto sentado en una silla. Le dio unas cuantas caladas y, entonces, le taparon los ojos desde atrás.

― ¿Quién soy? ― escuchó una familiar voz femenina. Sonrió de inmediato al saber quién es. La mujer lo soltó y se colocó frente a él, encontrándose a su prima ―. ¡Te extrañé, primo!

Peter le sonrió a Destiny siendo correspondido.

― No creí que fueras a llegar ―dijo Peter.

Ambos Rumancek se abrazaron con furor, hasta que Destiny lo soltó.

― Me quedé sin gasolina en Altoona. Me siguieron al baño en una estación de camiones fuera de Youngstown. Tuve que darle una paliza, pero ya llegué ―explicó. Miró al cadáver sentado en la silla ―. Joe me hacía saltar en su rodilla de pequeña, y ya era viejo y el doble de arrugado entonces ―. Soltó una risa.

― ¿Qué tal tu vida? ―preguntó Peter.

― Estoy muy sola ahora que ustedes no están.

Peter puso una mueca.

― Mamá y yo iremos al oeste en dos semanas, a Seattle ― mencionó ―. ¿Por qué no nos acompañas?

― ¿Cafeína y llovizna?

― ¿Qué te queda en Hemlock Grove? ― le dio una calada al cigarro.

Destiny ocultó una expresión de pena, ya que sabe que es un tema sensible para Peter nombrar el pueblo, debido a su novia fallecida, y a esa upir que consideraba su amiga.

― Quizá. Déjame pensarlo ―respondió de todas formas. Miró alrededor de la casa buscando a la persona que le tiene un ojo puesto―. Mira a todos estos ancianos.

Destiny miró detrás de Peter y vio a un hombre joven de cabello negro y rizado tal cual carbón, y era la persona quien la miraba detenidamente, sin disimulo. Sonrió y le echó una ojeada significativa a Peter.

― ¿Quién es ese? ―cuestionó Peter, viendo que aquel tipo les hizo un brindis con su vaso al darse cuenta de que lo miraban.

― Ni idea ―respondió, soltando una risa infantil.

― Parece que está pensando en culos ―comentó Peter, en broma.

― ¿En un funeral? ― le dio otra mirada disimuladamente ―. Que respete al muerto, por el amor de Dios.

Ambos se ríen, divertidos. En ese momento, Lynda entró a la casa en busca de Peter. Al verlo va hacia él.

― Oye... ―dijo, pero se detuvo al ver a la acompañante de su hijo. Exclamó al ver a su sobrina ―. ¡Hola!