Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

19. "Un poco de Ariana y yo"

Narra _______ (Tn).

—¡Es una bitch! –me decía Ariana mientras caminábamos por los pasillos—. ¡No puedo creer que la dejaras! Debiste haberla agarrado de las mechas y... —de repente dejó de hablar y pensó un poco—. Bueno no, porque te podrían haber expulsado, pero... ¡No lo sé!

Mi mejor amiga seguía hablando, pero yo no escuchaba. Estaba inmersa en mis pensamientos. Calum y yo no éramos nada, no era que pudiera reclamarle o mostrarme molesta, y aunque me haya besado la noche de la fiesta, yo sabía que todo volvería a ser como antes ¿Por qué me tendría que molestar entonces?

—¿Qué piensas? —me preguntó ella de nuevo, pero rápidamente cambió su pregunta—. ¿Me estas escuchando?

—Lo siento, Ariana. —le respondo antes de que siga insistiendo con sus preguntas—. Esto es confuso.

—Pero... ¿Qué es lo confuso? —me pregunta Ariana como si no entendiera nada—. ¿Al menos te ha mostrado algún indicio que te demuestre que tu amor es correspondido?

Y entonces lo recordé. Había olvidado que yo aún no hablaba con Ariana, ella no sabía del beso. Nadie sabía lo que había sucedido entre Calum y yo, aunque tampoco puedo asegurar que haya sido algo.

—_______ (Tn). —insiste, pero esta vez me detiene.

—Perdón, pero no habíamos tenido tiempo de conversar. —me excuso antes de que tenga tiempo de sacarme los ojos.

—¡Dios mío! ¿Entre ustedes paso algo? —no quería responder, así que solo la miré—. ¡Lo sabía!

La voz de Ariana estaba bastante elevada, así que rápidamente le pedí que la bajara a lo que ella respondió positivamente a mi petición.

—No quiero que nadie sepa, así que... Te contaré todo hoy, cuando nos vayamos a tu casa. —le dije para tratar de calmar su sed de cahuín.

Ella me miró sin entender, en realidad, sorprendida—. ¿En mi casa? ¿Qué harás?

—No quiero llegar a casa, porque no quiero ver a Calum. —le reconocí mirándola a los ojos para luego bajar la cabeza—. Puedo ir contigo, ¿cierto?

—¡Claro! Eso no se pregunta. —me dijo riendo.

—Gracias.

Nos fuimos a la clase a la que, afortunadamente teníamos juntas y estaba feliz de ello. Me concentré lo máximo en cada una de las clases de ese día, incluso en las que no me gustaban para así no tener que pensar en Calum.

Al finalizar el día guardé mis cosas y caminé a paso veloz hacia la salida. Iba casi llegando a la salida cuando vi a Calum. Mi corazón latió como loco, seguramente a causa del miedo que me causaba pensar en enfrentarlo, así que me escondí rápidamente. Gracias a mi que la suerte estaba conmigo, Calum no pudo verme.

—Arrancabas de Calum, ¿no es cierto? —me preguntó Ariana cuando llegué a su lado. Yo solo asentí apenada—. Oye, no te preocupes, no puedo juzgarte. Aún no me cuentas la historia. ¡Vamos para poder hacerlo!

Reí ante su comentario y me apresuré a llamar a la Sra. Hood Gracias a Dios no hubo problema, ni tampoco sospechó de mi manía por arrancar de aquella casa.

Tomamos locomoción y llegamos al centro, era lindo, me gustaba. Debo reconocer que era bastante más grande que el de Talca y había rascacielos a montones. Caminamos cuadras antes de llegar a una heladería que estaba a orillas del mar. Ariana pidió una bebida sprite, en cuanto a mí, un jugo natural de frambuesa.

—Lánzalo. —me dijo después de tomar un gran trago de su bebida.

—Calum y yo nos besamos. —dije como si me estuvieran amenazando con un arma. Estaba cansada de guardar algo tan grande para mí sola.