Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

26. "Llamadas."

El día había pasado rápido y yo me encontraba feliz en mi habitación.

Vaya, mi habitación.

Estaba ordenando todo para comenzar a hacer mis tareas. Desde pequeña siempre fui muy organizada con mis tiempos de estudio y diversión. Eso siempre se lo debí a mi madre, porque fue quien me inculcó tales responsabilidades.

Me encontraba feliz mientras me movía de lado a lado. ¿Por qué estaba feliz? Pues, estoy en Australia, es decir, conseguí mi primera meta. Ahora que me sentía llena por ese lado, sabía que no podía detenerme.

Me acerqué al escritorio que la Sra. Hood escogió para mí. Llevé todos mis cuadernos conmigo para comenzar a clasificar las tareas que haría primero y las que dejaría para después. Cuando estuve a punto de abrir el primer cuaderno mi teléfono sonó.

All about the bass. Muy buena cancion.

Miré la pantalla de mi teléfono y me di cuenta de que no tenía el número registrado. Normalmente no solía responder números desconocidos, pero este desconocido en particular me encontró en un momento de muy buen humor.

—"¿Si?" —dije del otro lado de la línea.

— "¿_______ (Tn)?" —preguntó una voz masculina que se me hacía conocida, pero no podía descifrar a quien pertenecía. Lo que sí estaba segura, era que debía ser de Australia, porque tenía ese acento al pronunciar mi nombre.

— "Ajam". —respondí curiosa por saber quién era esa persona que me llamaba.

— "Veo que no sabes con quien hablas" —dedujo él soltando una risita. Pues yo también estaba sonriendo, porque me encontraba leyendo mis cuadernos y podía notar la mitad escrita en español y la otra en inglés. Es que a veces no sabía cómo se escribía en un idioma así que optaba por el otro idioma—. "Soy Connor"

¡Sabía que conocía esa voz!

— "¡Oh, Connor!" —exclamé dejando de prestarle atención a lo intentaba garabatear en cases—. "Lo siento ¿Qué necesitas?"

Le pregunté de forma amable, porque últimamente comenzaba a sentir pena por la forma en la que lo trataba. Si bien el chico podía ser muy insistente —atributo que no solía ser de mis favoritos— no era mala persona, por ende, no merecía mi antipatía.

— "Bueno, este..." —lo oí dudar mientras me giraba en la silla. Nunca tuve una de estas en mi casa, así que es divertido jugar con ella—. "¿Te acuerdas de que te pedí que saliéramos?"

En ese momento me acordé de que, con todo lo que Calum y la muy desagradable de Holly se me había olvidado. Realmente me sentí mal.

— "Bueno, quería saber si era posible hoy."

Al tiempo que sus palabras fueron procesadas por mi cerebro, hice un movimiento poco inteligente y caí en conjunto con la silla. No sé si Connor no oyó el estruendo o de verdad no quiere buscar excusa para cambiar el tema, porque no habla. Ambos nos quedamos en silencio.

— "No creo que sea posible." —hablé, porque el momento se había vuelto incómodo—. "Veras, tengo tarea de matemáticas y no soy muy buena que digamos".

No estaba mintiendo, era totalmente cierto. A pesar de que debería ser la materia que mejor lleve, porque son solo números y estos son universales, pues me estaba costando bastante. Bueno, solo imaginen cuánto me estaban costando el resto de las materias.

— "No hay problema, será mañana ¿Está bien?"

Su pregunta fue genuina y por primera vez no me sentí presionada por él, por lo que sentí pena de crear otra excusa para evitar salir con un chico.