Mi destino eres tú (Calum Hood&Tú)

9. "La pelirroja y la rubia"

—¿A dónde vas, Calum? —me preguntó Luke desde el sillón. Estaba recostado, pero su vista no se apartaba de su celular.

—Voy a ver a mi mamá y a buscar algunas cosas. —respondí sin darle mayor importancia.

—¡Picarón! —me gritó Mike desde el refrigerador. Incluso sin verlo me lo imaginé alzando las cejas.

—¿Vas a invitar a las chicas? —me preguntó Ashton de repente. Me sorprendió que incluso lo pensara. ¿Qué le importaba? Parecía como si le gustara la idea de estar con ellas.

—No. —dije sin enfadado porque lo preguntara, pero luego rápidamente agregué—. O sea, no sé. —finalicé para luego abrir la puerta y salir.

De camino a casa no pude evitar pensar el porqué de mi actitud. Si bien jamás fui el chico más hospitalario del mundo, tampoco podía decir que sentía la necesidad de alejar a alguien, pero cuando se trataba de ella... todo era complicado. Su personalidad era tan rara, diferente y eso me molestaba.

Al llegar a casa todo estaba en silencio, entré con mucho cuidado y busqué a mamá, encontrándola en el jardín. Siempre que llegaba a casa, sabía que es allí donde mamá se encontraría.

—¡Calum! Cariño mío, ven, ven a acompañar a tu madre. —me llamó haciendo señas para que me sentara junto a ella—. ¿Qué te trae por acá?

—Vine a buscar algo de ropa y... —miré a todos lados y estaba demasiado silencioso como para que hubiera alguien más en casa—, acompañarte ¿Dónde están los demás?

No fue mi intención preguntar, ni siquiera lo pensé, solo salió. Quería saber, claro, pero tampoco quería que sonara de la manera en la que sonó. Sabía que con los demás no podía estar refiriéndome a nadie más que a ellas.

—¿Estás preguntándome por las chicas? —preguntó mi madre casi impresionada, no había nada de malo ¿o sí? Solo era una pregunta.

—Sí, digo... tú siempre andas con ellas y se supone que viven aquí.

—Lo sé, pero salieron. —dijo para volver a examinar sus plantas.

—¿Y fueron sin ti?

—Calum, quería que ellas disfrutaran su viaje. Son lolas, adolescentes, les espantaría a los novios si voy. —dijo soltando una gran carcajada. ¿Novios?

—Ah, bueno yo vine a buscar ropa. —dije parándome de la banca.

—¿Vas a salir? —dijo mi madre antes de que entrara a la casa.

—Sí, tengo una fiesta. En realidad, es un cumpleaños. —dije restándole importancia.

—¿Por qué no llevas a las chicas?

Sus palabras me sorprendieron. ¿Había escuchado bien sus palabras? Iba a ir a la casa de Holly para estar con ellas, no para hacer de niñera. Hago todo para estar lejos de los problemas que podrían ocasionarme y mamá me alienta a convertirme en su guardaespaldas.

—No, mamá. Es mi noche, no puedo andar con ellas por todos lados como si fueran mis hijas. —respondí firme, no iba a cambiar mi opinión. Ya he hecho bastante por ellas, no les debo nada.

—Calum —comenzó mamá mirándome acusatoriamente—, no cuidarás de ellas, son lo bastantemente maduras para hacerlos por ellas mismas. Yo solo quiero que vayan para que conozcan amigos, para que se diviertan como las chicas de su edad. —finalizó mirándome compasiva.

—Pero, mamá... —luego pensé un momento, si no las tomaba en cuenta no podrían arruinar mi noche—. Esta bien, las llevaré, pero no las cuidaré.