Prólogo.

26 5 0
                                    

Tal vez ésta sea la solución. Si salto todo termina; no más problemas, no más pesadillas despierto y mucho menos más culpas.

Culpa por mi familia, por el estúpido de mi padre, por el puto lío en el que me he metido a tope... Y sobre todo culpa por ella.

Sí, tal vez todo acabe al saltar.

Suzane y mi hermano podrán vivir más tranquilos sin el pesar de mis acciones, apuesto a que Jacob me perdonará su auto y mamá podrá dormir en paz por las noches.

Pero luego viene ella a mi mente, mirándome con aquellos ojos brillantes y duele, me duele en el pecho. Aunque supongo que a estas alturas me olvidará lo más rápido posible y jamás volverá a pensar en mí, encontrará a alguien y seguramente lo mirará con amor, ahora le brillarán los ojos al verlo a él. Se enamorará, cumplirá sus metas y entonces vivirá bien, sin mí como carga y siendo una molestia a cada maldito instante.

Bueno, excelente reflexión. No sé si es por toda la mierda que transita por mis venas en estos instantes (que por cierto también me libraré del idiota de An por no haberle pagado), pero creo que estoy listo, no soy un cobarde, o bueno sí, algunas veces; pero hoy no, hoy seré valiente.

Así que me levanto y empiezo a acercarme a la orilla.

Un paso...

Hace frío.

Dos pasos...

Logro ver cómo se estampan las olas del mar con las rocas de la costa. Es hermoso.

Tres...

Bueno, siempre amé el mar, supongo que está bien terminar todo aquí.

Cuatro.

Estoy justo (y valga la redundancia) en la orilla del risco.

Aquí vamos.

- ¡OYE! ¿QUE CARAJOS ESTAS HACIENDO?

Al escuchar esa voz cantarina y agitada, sólo una palabra me llega a la mente: carajo.

FINISH LINEKde žijí příběhy. Začni objevovat