Capítulo 1🌷

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—Deberías seducirlo.

Las palabras escaparon de su boca con una tranquilidad tan profunda que me hizo voltear a mirarla de inmediato, mientras fruncía mi entrecejo. Estaba consciente de que mi hermana no era una persona muy cuerda, pero justo en ese momento le estaba hablando de un tema demasiado importante.

Y me molestaba que me interrumpieran con chistes, cuando intentaba hablar en serio.

¿Además, quien piensa en seducir a alguien que no ha visto ni por primera vez?

—Estás loca.

—Puede que sí, siempre he pensado en esa posibilidad—se encogió de hombros.

—Estoy hablando en serio, Roth—la miré a la cara—. No es el momento de hacer bromas.

—¿Y?—enarcó las cejas—. Yo también estoy hablando en serio.

—No me parece para nada serio, que me digas que seduzca a un hombre que ni siquiera conozco.

—Pero lo vas a conocer, que es lo importante.

Esbozó una sonrisita angelical, yo por mi parte rodé los ojos.

—Este es un trabajo demasiado importante—le recordé, por si se le había olvidado—. Así que lo que menos quiero es perder la oportunidad, por prestarle atención a tus boberías.

—De verdad que no te entiendo—volvió a hablar ella, con la misma sonrisa llena de picardía—. ¿Acaso no sabes con quien será tu entrevista hoy?

Por supuesto que lo sabía.

En la agencia de trabajo a la cual había asistido, me habían dado la información necesaria sobre la propuesta de trabajo disponible hasta el momento. Tenía la dirección de la casa, el nombre del dueño e incluso su número de contacto. Solo que aún no lograba entender del todo, el alboroto que había formado mi hermana por algo tan simple.

—Por supuesto que lo sé. Es con Eliam Ibarra.

—¿Y lo dices con tanto desinterés?—sus ojos llenos de sorpresa, se posaron sobre los míos.

—¿Y cómo se supone que debería decirlo?

—Con alegría.

Solté un suspiro cargado de aburrimiento. Sí, me causaba un poco de alegría saber que por fin, después de casi dos semanas, iba a conseguir de nuevo un trabajo. Solo que no quería exagerar tanto, era extraño.

Y prefería no alegrarme antes de tiempo, no quería llevarme una decepción.

¿Y si no me aceptaban?

—Ni que fuese a conocer hoy al mismísimo Simón Bolívar para darle las gracias personalmente por libertad a Venezuela de la esclavitud.

Mi hermana soltó una carcajada que resonó en toda la sala, y de nuevo sus ojos se llenaron de ese brillo que los caracterizaba cuando estaban llenos de alegría, y comenzó a parlotear sobre el mismo tema que llevaba clavado en su cabeza desde la mañana.

—Eliam Ibarra es uno de los hombres más famosos del país—ahogó un grito de euforia—. Es millonario, de él se habla en la mayoría de las noticias. Es un hombre demasiado atractivo y lo más importante es que está soltero.

—Si está soltero debe ser por algo—mencioné—. Seguro es Gay.

—¡No!—exclamó—. Está soltero porque su esposa falleció hace un año.

—No lo sabía. No averiguó la vida de los demás.

—Respeta el duelo—exigió ella.

—¿Disculpa?—la miré y solté una risa sin poderla contener—. No he sido yo la empeñada en seducirlo. Así que eres tú la primera que no respeta el duelo de ese hombre.

Mi perfecta melodía, (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora