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Samuel

Por fin estoy en casa,  me dieron de alta a los dos días después de que me desperté. Mi corazón ya no se ha vuelto a detener, bueno se detiene cada vez que Rubius está conmigo, estoy mejorando, me quitarán el yeso del brazo en dos semanas, pero no me molesta. Rubius baja mi maleta y la pone en el piso. Entrelaza sus dedos con los míos y entramos, parece como si hubiese llegado de un largo viaje.

"Les he dado de comer a tus animales mi amor -dice Rubius y me da un beso en la mejilla"

"Gracias chiqui -suelto su mano y lo abrazo- Gracias por cuidar de mi -le doy un beso en los labios"

"Por ti mi vida, lo que sea -me devuelve un beso corto"

Todo está como lo dejé, incluso un poco más ordenado. Nunca pensé que Rubius algún día ordenaría mi casa, solo imaginármelo poniendo todo en su lugar me da risa.

"Tengo que ir al otro pueblo -dice Rubius mientras deja mi maleta en la habitación"

"Por qué? -cuando me enteré que en serio se fue el día que tuve el accidente me dolió"

"Tengo que recoger un par de cosas -me explica Rubius"

"Pero volverás verdad?! -pregunto"

"Pero claro mi amor -se acerca hasta mi- Me prometí no abandonarte nunca"

"Tontito -cojo su cintura y lo pego hacia mi- Nunca debiste irte -beso su cuello"

"No hagas eso Vegetta -se aleja Rubius rápidamente"

"Pero por qué!? -sonrío al hacer la pregunta"

"Porque recién has salido del hospital y no puedes hacer eso -veo cómo su cuerpo tiembla ligeramente, no cabe duda de que aún tengo el don de ponerlo nervioso cada vez que lo toco"

"Pero si no iba a hacer nada -me acerco lentamente hacia el- Acaso tú lo habías pensado? -vuelvo a coger su cintura y lo atraigo hacia mi rápidamente, me acerco hasta su cuello y vuelvo a besarlo- Ademas, quien ha dicho que no puedo?"

Rubius respira profundamente, yo sé que soy muy capaz de hacerlo aunque no pueda mover un brazo, pero me lo tomaré con calma, mi corazón no podría con tanta actividad física así que aún tengo que cuidarme.

"Ve a ese pueblo -beso sus labios, noto que se ha puesto rojo- Te esperaré aquí"

"Va... Vale... -es obvio que ambos queremos, pero debemos esperar un poco- No tardaré, escríbeme al móvil si necesitas algo"

Bajo con el hasta la puerta principal. El se despide con un beso, aún puedo sentir como su corazón late rápido. Voy hasta mi salón y me siento en el sofá, busco alguna película que me distraiga en lo que regresa Rubius, no hay nada interesante, pero necesito distraerme con algo. Escucho el timbre de mi casa, seguramente algo se le olvidó a Rubius. Camino hasta puerta.

"Que te has olvidado? -digo antes de abrir la puerta."

Para mi sorpresa el que está parado al otro lado no es Rubius, es Fargan.

"Hola Vegetta -nunca se me había cruzado por la cabeza volver a ver a Fargan por aquí- Puedo... pasar?"

"Eh... si Fargan entra -espero no arrepentirme de esto"

Ambos caminamos muy callados hasta mi salón, no se a que ha venido, solo espero que no pase nada malo, a ninguno de los dos nos conviene pelear ahora ya que nuestra amistad pende de una cuerda floja.

"Quieres algo de beber? -interrumpo el silencio"

"No, no te preocupes -le hago un ademán a Fargan indicándole que se siente en uno de los sofás"

"Entonces... Que haces aquí? -creo que mientras más rápido acabemos esto, mejor."

"Vegetta, nunca tuve la oportunidad de disculparme personalmente contigo -declara Fargan- Las veces que más o menos se ha intentado algo, sale mal."

"Sí, nunca ha terminado bien -respondo"

"Creo que es mejor que hablemos solos tú y yo -continúa Fargan- Así que dejemos de lado las cenas."

"Estoy de acuerdo -la verdad no tengo mucho que decir, solo quiero escuchar lo que tiene que decir Fargan"

"El día que te encontramos en tu auto, créeme que me sentía bastante mal -Fargan me mira fijamente- Es una imagen que no me dejaba dormir, en ese momento en lo único que pensaba era que te fallé como amigo. Me sentía tan culpable de verte así, fue como si yo me hubiese chocado contra ti."

La verdad yo no se que decir, no siento ni las ganas de interrumpir lo que habla.

"Me arrepiento mucho de ese día, fue una estupidez y estoy muy consciente de eso -nunca había visto a Fargan tan serio- Perdóname Vegetta, perdóname por haberte fallado, perdóname por lo que hice con Rubius, eso me costó muchísimo tu amistad y como el amigo que alguna ve fui, no tienes idea de cómo te extraño"

Todas las palabras que dice Fargan me suenan bastante sinceras, el era uno de mis mejores amigos.

"Acepto tu disculpa Fargan -no quiero perderlo como persona- Tu también fuiste uno de mis mejores amigo y me dolió bastante que me hayas fallado así, no puedo decirte que olvidare hoy lo que hiciste, pero si pasaré página y al igual cómo hice con mi chiqui, intentaré perdonarte y olvidar lo que hiciste, estoy seguro que en un futuro estaremos bien"

"Gracias Vegetta -Fargan tiene una ligera sonrisa en la cara- Me alegra verte mejor, siento que hablar así contigo me ha quitado un gran peso se encima."

"La verdad es que no nos hizo falta ninguna cena -ambos empezamos a reírnos, se que Luzu lo hizo con buenas intenciones pero no era necesario- Por cierto, lo siento por el golpe"

"Casi haces que la cara me de vuelta 360 grados -joder si que le golpee fuerte, ambos seguimos riendo, esta vez a carcajadas"

Es raro estar así con Fargan después de tantas cosas que también he pasado con el, siempre he dicho que el y yo tenemos un humor similar, por eso me gusta estar con el porque podemos reírnos de cualquier tontería y ambos lo vamos a entender. Me alegra que mi amistad con Fargan se vaya restaurando; el se levanta y se despide, cierro la puerta detrás de el, no cabe duda que después de la tormenta viene la calma.





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Ahora todo está tomando forma y eso es bueno para los chicos ☺️

Espero que disfruten el capítulo.

No olviden puntuar y recomendar el fanfic.

Hoy solo subiré este capítulo, mañana subiré el siguiente.

Me duele decir que estamos a punto de llegar al final. 🥺

Un abrazo. ♥️

Si no eres mío, No serás de nadie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora