Capítulo 3.

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Capítulo 3.

Nadelyn.

Mi padre nos guió a Liam y a mí a un grupo de personas y nos hizo pararnos frente a ellos.

- Ya deben conocer a Liam - papá puso una mano en el hombro de Liam.

- Un gusto verlos de nuevo, familia Malik - un señor, que honestamente me daba miedo le dio la mano a Liam.

Iba acompañado de una hermosa mujer, y tres de sus hijas. Supuse. Todas me sonreían.

- Y ella es Nadelyn - mi padre me presento tomándome de la cintura.

- Ellas son Doniya, Waliyha y Safaa - dijo aquel señor presentando a sus tres hijas.

- Es un gusto conocerlas - les salude y les dediqué una sonrisa.

- ¿Pero qué hacemos aquí parados? Vamos a la mesa -. Propuso mi padre.

Nos acercamos caminando a la mesa principal, la más grande en todo el salón. Mi padre me dijo al oído dónde debía sentarme: enfrente de la esposa de Yaser y a mi lado había un asiento vacío con un letrero en frente que decía con letra manuscrita "Zayn Malik".

Mi padre y Yaser platicaban sobre negocios y Waliyha me había comenzado a hacer plática sobre cosméticos, bolsos y ropa.

Nos sirvieron la cena y comenzamos a comer.

- Deberías sentirte halagada por ser la primera esposa de Zayn - Yaser me miró con una sonrisa

- ¿La primera? -reí nerviosa-. ¿Cómo que la primera? ¿Habrá más? -. Pregunté desconcertada.

Yaser rió como si hubiera dicho algún chiste, pero si había sido así yo no lo había entendido. Estaba muy desconcertada y mi padre me miró indicándome que no siguiera hablando.

- Un hombre musulmán puede casarse con cuantas mujeres desee - explicó Yaser sonriéndome.

- ¿Musulmán? - pregunté aún más desconcertada.

- Supongo que olvidé hablarte sobre ese detalle hija -. Me miró mi padre.

No hice más que quedarme callada ¿qué podía decir?

Ellos continuaron con su plática y yo ya no quise comer. Me retiraron el plato y continué hablando con Waliyha, era una chica agradable.

Yaser interrumpió de nuevo.

- ¿Dónde podrá estar este muchacho? Ya se ha demorado bastante - alzó el cuello buscando entre la gente.

- Si no les parece un inconveniente, debo ir al tocador - me puse de pie.

- Claro que no linda, no tardes -. Dijo mi padre con una sonrisa.

Caminé entre las mesas, donde todas las miradas estaban sobre mi, hasta llegar al baño.

Cerré la puerta detrás de mi y suspiré. Gracias al cielo ese tal ¿Zac? Aún no llegaba, después de entrar al baño y mirarme un instante en el espejo salí y cerré la puerta.

Caminé hasta la mesa de postres vigilando que no me vieran ni mis padres ni los Malik.

Había una gran fuente de chocolate y la boca se me hizo agua. Metí un dedo en ella y lo llevé a mi boca. Estaba tan rico que volví a meter otro dedo, sólo esperaba no terminar con la cara embarrada como lo había hecho once años atrás.

Justo cuando terminaba de lamer mi dedo lleno de chocolate una voz interrumpió.

- ¿Está bueno? - Preguntó una voz masculina que me hizo sobresaltar.

Voltee y vi un chico parado en frente de mi, era guapo, muy guapo.

Llevaba puesto un traje negro que le quedaba tan bien que resaltaba su atlético cuerpo, un corte de cabello algo raro, ya que tenia su cabello peinado hacia lado derecho, tenía una mano en el bolsillo y la otra estaba apoyada en la mesa, su mirada detrás de esas largas y gruesas pestañas era tan misteriosa y sensual, su sonrisa era única y podía estar insinuando demasiadas cosas, mirándolo con más atención noté que tenía las orejas perforadas y en su mano derecha tenía un pequeño tatuaje que parecía ser un ave.

- Cierra la boca, ya estás babeando cariño - rió al ver que no dejaba de mirarlo.

Puso delicadamente su mano en mi barbilla, dio un par de pasos hacia mi y sonrió.

- ¿Babeando? -reí poniendo una mano en mi pecho- ¿Crees que eres tan guapo que haces babear a las chicas? - alce las cejas.

- No lo creo, Lo sé - aún mantenía su sonrisa.

- Pues a mí no - me crucé de brazos.

Él se acercó más y pasó uno de sus dedos por mi labio inferior aún sonriendo, instintivamente me alejé de él, él se llevó el dedo a la boca y lo lamió.

- Tenías chocolate ahí cariño - Puse un gesto de desagrado y el seguia sonriendo.

- No me llames cariño - Le advertí molesta.

Había algo en él que se me hacía familiar y también me molestaba.

Después de mirarlo otra vez me di cuenta de quién era. ¡Era ese estúpido niño que me había dicho "pegajosa, pecosa y fea" y me había tirado encima mi gaseosa!

- ¡Eres tú! - lo miré molesta.

- Aún no me presento, cariño - mostró su estúpida y hermosa sonrisa nuevamente.

- Eres ese estúpido niño que me tiró encima la gaseosa hace once años - seguí mirándolo con coraje.

- Espera -me miró de arriba abajo- ¡Eres la niña pegajosa y pecosa! - rió sorprendido.

- Podrás notar que ya no tengo pecas ni estoy pegajosa - me cruzé de brazos.

- Y claramente ya no eres una niña -. Su más pervertida mirada me examinó una vez más de arriba abajo.

Y me enojé aún más, tenía unas inmensas ganas de golpearlo y subir a mi habitación, pero me controlé y me encaminé hacia la mesa con mis padres y los Malik.

Él me iba siguiendo y apresuré el paso.

Justo unos pasos antes de llegar a la mesa me giré sobre mis talones muy molesta y me enfrenté a su mirada de nuevo.

- ¡Deja de seguirme! - le advertí molesta y alguien ya nos había interrumpido.

- Veo que ya se conocen - Yaser sonreía y miraba al niño estúpido, miré al tipo y luego a Yaser, quien se puso de pie y se paró al un lado del el

- Nadelyn él es Zayn -Yaser presentó al chico que acababa de conocer- Zayn, ella es Nadelyn, tu prometida - Yaser sonrió.

***

¡OMG!

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Almost Married. |z.m|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora