Capítulo 56: Retrouvaille.

Start from the beginning
                                    

Percibí el colchón hundirse, sus pasos alejándose.

Mi palpitar comenzó a ralentizarse eventualmente, los resquicios del orgasmo desvaneciéndose de manera gradual hasta que llegué a ese punto de plenitud que sólo se alcanzaba después de un buen polvo.

Inspiré una última vez antes de ponerme en pie y colectar mi ropa interior. Terminé de ponérmela justo cuando Rebecca salió del cuarto del baño con una expresión rara en la cara.

—¿Debería preocuparme por la colección de aretes que tienes en tu lavabo?

—Sólo si esperabas encontrar uno tuyo ahí y no está—dije concentrado en colocarme los pantalones del pijama.

Cuando la miré sobre el hombro, sus ojos avellana estaban clavándome estacas.

—¿Qué?

—¿Regresan a buscarlos?

—Algunas de ellas, sí.

Resopló.

—Regresan a buscarte a ti, no al arete.

—No las culpo—dije con suficiencia.— Es una buena forma de repetir un polvo. Además, recuperar el accesorio es un buen plus, ¿no?

Puso los ojos en blanco y miré por el rabillo cómo tomaba sus rebeldes rizos oscuros en una coleta para hacerse un moño en lo alto de la cabeza.

—¿Tuviste un mal día de trabajo hoy?

—No—recargué mi espalda contra la cabecera, tomé el iPad sobre mi buró y me avoqué a revisar pendientes de trabajo.

Ya había tenido suficiente tiempo de recreación.

—¿Enserio?—se hincó en la cama, acercándose con la misma gracilidad de un felino. Se apoyó sobre sus palmas, sus brazos juntando sus pechos y haciéndolos lucir jodidamente apetecibles.— Porque hoy fue particularmente...agotador—esbozó una sonrisa sugerente, sus orbes miel igual que los de un guepardo a punto de atacar.

—Estuvo bien.

Su buen humor decayó y agachó la cabeza antes de recuperar la compostura.

—Quiero agua. Estoy secándome.

—Ya sabes dónde está la cocina.

Gruñó.

—Tener atenciones conmigo de vez en cuando no te mataría, ¿sabes?

—Prefiero no correr el riesgo.

Me lanzó una de las almohadas y la detuve con mi antebrazo.

—Eres tan imbécil—se incorporó para ponerse su ropa interior.— Ni siquiera sé porqué sigo haciendo esto contigo.

—Porque te gusta cómo te follo—le dediqué mi mejor sonrisa.— Y soy encantador.

Entrecerró los ojos, recelosa.

—También te gusta cómo te follo, o de lo contrario no habrías vuelto a buscarme, ¿o me equivoco?

Me encogí de hombros centrándome en la pantalla de nuevo.

—O porque eres una opción bastante accesible.

—¡Mentiroso!—se quejó.— ¡Llevamos follando seis meses! Sé que te gusto.

—¿Y?—alcé la vista hacia ella.— Sí, me gusta cómo cogemos, ¿y qué?

Una sonrisa enorme adornó su cara y la miré como si fuera idiota.

—¿Qué esperas que haga? ¿Que te regale un anillo de compromiso?—me burlé.

—No estaría mal—dijo con jovialidad, cruzándose de brazos.

Irresistible Error. [+18] ✔(PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO)Where stories live. Discover now