♥ Cambio de Planes ♥

2.5K 206 149
                                    

Dedicado a Male71

~Lo inesperado es lo que te cambia la vida~

Después del entierro de Manuel, Linda y sus otros hijos se hicieron unos exámenes para descartar que alguno de ellos fuera a estar enfermo también. Los resultados de los exámenes arrojaron que, de los cuatro hijos de Manuel, Neyra fue la única que heredo la extraña enfermedad congénita del corazón. Debido a eso y el alto riesgo de su embarazo, tuvo que estar hospitalizada por tres semanas más, y cuando salió fue con la orden de mantener reposo absoluto otras dos semanas.

Por órdenes del doctor Neyra no tuvo otra opción, más que quedarse en el pueblo hasta que el bebe naciera. Tenía prohibido abordar un avión durante el embarazo y por seguridad tanto de ella como la del hijo que llevaba en el vientre, le recomendaron que no regresara a su casa en automóvil. No se podía arriesgar a que se le fuera a romper la fuente a medio camino o en medio de la nada. Tenía órdenes estrictas de ir al hospital o de llamar una ambulancia en el momento en que comenzara a sentirte mal.

La familia de Neyra y sobre todo la de Alexander estaban felices porque Neyra se quedaría ahí por un par de meses. Eso los daba la oportunidad a los Kohl de pasar el mayor tiempo posible con Bryan, y les ilusionaba pensar que Neyra y Alexander podrían llegar a reconciliarse. Eso sería lo mejor para todos, ya que a los Kohl no les gustaría verse envueltos en una demanda por la custodia del niño. No era algo que estuviera en su planes, pero él era su único nieto y por ser el futuro heredero; tendría que vivir, para conocer el manejo del rancho.

A la única que no le agradaba la idea de estar en el pueblo hasta el nacimiento de su segundo hijo, era a Neyra. Le disgustaba verse obligada a estar ahí hasta el momento del parto. Si se sintiera bien, no le importaría regresar en auto, y detenerse cada 5, o cada 3 horas a descansar en un hotel hasta el día siguiente. Sin embargo, estaba consciente de que ese sería su último embarazo y que al no seguir las órdenes del médico podría poner en peligro sus vidas. Por nada se arriesgaría a que le sucediera algo y dejar solo a Bryan; él era su vida y su razón de ser.

De todos él que estaba más feliz por la estadía de Neyra, era Alexander; porque a pesar de que ella estaba comprometida, él no perdía la esperanza de regresar con ella. Tenía la certeza de que ella en el fondo todavía lo amaba. Lo creía porque si no lo pudo olvidar en siete años, era inaudito que lo haya olvidado en tan solo cuatro meses; sabía que era cuestión de tiempo para que Neyra lo perdonara.

Alexander confiaba que el tiempo que ella iba a estar ahí, lejos de Edward, él podría poner en duda lo que ella sentía por su prometido. Sabía que tarde que temprano Neyra reconocería que acepto casarse con Edward  por la estabilidad emocional y la figura paterna que le podría dar a sus hijos.

Alexander podría jurar que Neyra aun sentía algo por él, lo más importante era que tenían un hijo juntos y otro en camino. Estaba dispuesto hacer lo que fuera necesario para que ella le diera una segunda oportunidad para demostrarle que todavía podían formar la hermosa familia que algún día soñaron tener.

Edward estuvo en el pueblo hasta el momento en el que Neyra fue dada de alta. Después de dejarla instalada en la casa que Manuel no quiso habitar, se fue y se mantuvo en contacto con ella, yendo a visitarla cada fin de semana. Sin embargo, cada vez que estaba ahí, notaba a Neyra más distante con él. A pesar de que ellos no tenían una relación de pareja, que solo los unía el trabajo y una conexión especial. Ella cada vez buscaba menos sus brazos o evitaba sus caricias. La tranquilidad que el solía transmitirle se había esfumado, ahora solo se sentía hostigada por él y presionada para casarse. Algo que ella había dejado por un lado ya que había decido posponerla hasta que el bebe naciera.

El día que Neyra se dio cuenta que estaba embaraza, lloro como niña pequeña. Lloro de emoción y alegría, y de miedo a la vez. Ella mejor que nadie sabía que no debería de volver a embarazarse. Cuando estuvo embarazada de Bryan, su cuerpo lo rechazo porque no tenia el mismo sangre que ella, 0 negativo. La mayor parte de su embarazo estuvo anémica, las pastillas de hierro que suelen tomar las mujeres embarazadas a ella no le hacían efecto. Durante el segundo trimestre, le suministraban hierro vía intravenosa, una vez al mes. Para su tercer trimestre de embarazo tuvo que ir cada dos semanas o cada semana si los números no eran los que el doctor esperaba ver.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora