Antidepresivos

337 51 8
                                    


- ¡¿Bill qué mierda?! ¡¿Qué has hecho?!

Más el chico no contestó. Las alarmas se encendieron en el castaño, cuando divisó el nombre en el frasco tirado en el suelo, eran antidepresivos, altamente peligrosos si se ingerían en alta cantidad.

No dudó en acercarse rápidamente y tomarlo entre sus brazos, debía asegurarse de que estuviera aun consciente, para su suerte aun lo estaba.

- ¿Qué haces aquí? – El rubio susurró al reconocerlo, asustado. Su voz se oía gastada, su cara empapada por lágrimas.

Había tenido una crisis recientemente.

- ¡Eso no importa! ¡¿Cuántas te has tomado?! – Interrogó con rapidez.

- ¿Eso que te importa? – Trato de quitárselo de encima, más el otro no lo dejó.

- ¡¿Cuántas Bill?! – Dipper ordenó, no estaba para juegos.

- ¡La dosis que necesito! ¡¿Contento?!- Gritó Bill por fin.

- No te creo.

- Escucha, sé que se ve mal, pero estaban por acabarse, mi receta está en mi mesita de noche por si quieres comprobar, mañana debía ir por los nuevos...- Murmuró con cansancio.

- ¿Qué hacías aquí en el suelo? – El castaño aun no se tragaba del todo la historia, hasta comenzaba a considerar el meterle los dedos a Bill y hacerlo vomitar.

- Tropecé, el alcohol me pasó factura y las baldosas parecen más cómodas de lo que se ven.

- Tus ojos, estabas llorando...

- ¿Qué acaso este es un interrogatorio? – Bill comenzaba a irritarse- Escucha ayúdame a levantarme y te daré la bendita receta, por otro lado, si miento puedes llamar a una ambulancia o yo que se.

Dipper miró el retrete, aun podía hacerlo vomitar, o, podía confiar en la estrella.

- ¡Oye! – Bill se quejó cuando fue levantado en brazos, tuvo que aferrarse al cuello del contrario para no caer- No era ayudarme de esta forma- Reclamó. 

- Solo estate quieto.

Lo llevó a la cama, donde lo deposito por segunda vez ese día.

- Ahí esta la receta- El rubio apuntó la mesita, mientras llevaba su otra mano a su cabeza, comenzaba a dolerle horrible.

Dipper tomó el supuesto papel, y comprobó que lo dicho por el rubio era cierto.

- ¿Sabes que es malo mezclar este tipo de medicamentos con el alcohol? – Alzó una ceja.

- Lo sé, lo sé, pero era eso o volverme loco. Ahora ¿Puedes irte? La cabeza me esta matando y tu presencia no me agrada en este momento.

- Claro lo haré- Dipper aseguro- Pero no sin antes decirme ¿Por qué llorabas?

- No es de tu incumbencia- Bill se colocó arisco.

- Me lo debes, por el susto- Insistió.

- Tú solo te asustaste, no es mi culpa, yo disfrutaba de una siesta de los dioses- Lo observó a través de sus dedos- De todas formas ¿Por qué te importa tanto?

Dipper se tomó su tiempo para contestar ¿Por qué le importaba tanto la al parecer desgraciada vida de la diva Bill Cipher? ¿Curiosidad? ¿O algo más?

- Porque somos familia, la banda es mi familia- Buscó una respuesta en su mente que sonara bien- Por lo tanto, tú también lo eres y me preocupo por ti.

- ¡Yo no tengo familia!- Declaró Bill tajante. Empujando al chico hacia atrás- Y no quiero tenerla tampoco. Las familias te traicionan, siempre lo hacen.

Había frialdad en esa declaración, Dipper pudo notarlo, pero también había, dolor, mucho dolor contenido.

- Creo que tienes un concepto errado de lo que es la familia.

- Escucha, Dipper...- Bill suspiró cansado, volviendo a ser dócil- No estoy en mis cuatro sentidos ahora, las pastillas están haciendo efecto y como dices, no fue buena idea mezclarlas con alcohol. Solo quiero descansar ahora, si quieres contesto tus preguntas en otro momento, ahora... por favor- Pidió.

- Esta bien, te dejare solo- Dipper aceptó, lo dejaría por hoy- Pero si te sientes deprimido no es una mala idea contactar con tus cercanos, se que Niflheim vendría corriendo- Le aconsejó antes de aproximarse a la puerta- Que tengas buena noche, nos vemos en el estudio- Se despidió.

- Gracias...- Susurró.

Estuvo atentó a los pasos del otro, y cuando dejaron de oírse, se permitió relajarse.

Abrazó la almohada y permitió que todos sus sentimientos descendieran, al igual que sus amargas lágrimas, otra vez más, ese día se aproximaba y no estaba seguro de poder soportarlo otro año más.


Dipper observaba las luces de la ciudad a través del cristal del vehículo, sin poder dejar de pensar en Bill. Esto no era simple curiosidad. 

Sing to me [Pausada] [NO más actualizaciones]Where stories live. Discover now