Sing to me [Pausada] [NO más actualizaciones]

Malentendido

- Arg... mi cabeza- Se quejó el rubio apenas despertar.

Mantuvo sus ojos cerrados, la luz era molesta, estaba pasando por una jaqueca horrible ¿Cuánto había bebido anoche?

Su celular no dejaba de sonar por otro lado, seguramente era Drake, para regañarlo por algo, ya era una costumbre de todas sus mañanas.

Buscó a tientas el aparato por el colchón, debía apagar ese ruido infernal. Detuvo su búsqueda cuando su mano se topó con algo suave y cálido, tanteó el objeto desconocido, dándole forma, un quejido fue emitido cuando apretó lo que debía ser una nariz.

Abrió sus ojos de inmediato, incorporándose en la cama exaltado. Le echo una rápida mirada a su acompañante, encontrándose con los cabellos castaños y el rostro apacible de Dipper mientras dormía.

¿Era posible? ¿Ellos?

Se revisó en pánico, su camisa no estaba, tampoco sus pantalones, solo su ropa interior, entonces... miró al castaño, el parecía parcialmente vestido.

- No me digas qué ¿Yo fui quién recibió? – Susurró aterrado.

- Hmm...

El otro comenzaba a despertar.

Entonces hizo lo más sensato que haría cualquiera en su situación. Gritó, gritó como si la vida le fuera en ello.

- ¡Pervertido!

- ¿No deberíamos subir? – Preguntó Mabel a su pareja, mientras ambos preparaban el desayuno en la planta baja, de la casa de la estrella.

Del segundo piso solo se oían gritos y golpes.

- No, deja que ellos se arreglen solos- Sonrió el pelirrojo- Esto será divertido.

- ¡Bill escucha, cálmate por favor! – Gritó el castaño, ya fuera de la cama y totalmente despierto, alzando las manos para que el otro se tranquilizara.

- ¡Tú! ¡Maldito pervertido! ¡Aprovechador! – El otro gritó, agresivo.

- Cálmate, no fue así yo... Pero ¡¿Qué?! – Tuvo que esquivar un pequeño adorno de mesa, que la estrella le había tirado.

- ¡Te aprovechaste de que estaba ebrio, pervertido! – Bill buscó rápidamente con la mirada algo que tirar, pero fue detenido por el otro, quien adivinó sus intenciones, sujetando sus manos y empujándolo contra el colchón- ¡Suéltame pervertido, o llamare a la policía! ¡Eres un...

Pero no pudo decir nada más, porque el castaño lo calló con su mano libre.

- Escúchame, maldita diva del espectáculo, yo no he tocado ningún cabello tuyo, y no lo haré porque ni siquiera eres mi tipo- Fue tajante- Anoche caíste borracho en el concurso de bebida que hicimos, el que TÚ inventaste- Le recordó- Niflheim me pidió ayuda para traerte, ya que no parabas de patalear y hacer tonterías como un niño pequeño y... ¡Auch! ¡Eres un!

Bill lo mordió para liberarse.

- ¡Eso no explica por qué estoy desnudo y por qué estabas durmiendo en mi cama, pervertido! - Forcejeó para liberarse.

- Tú ropa está siendo lavada por mi hermana, vomitaste en el taxi camino a tu casa, maldito borracho- Contestó molesto el chico- Y respecto a que hago aquí, te estábamos acostando cuando tomaste mi brazo, dijiste algo de "suavecito" y no me soltaste más. No iba a pelear, también bebí mucho así que me dejé estar, no lo habría hecho de saber que la mañana seria así de molesta- Gruñó.

- Oh... entonces eso pasó...- Bill por fin se calmó, asimilando la información recibida del otro, se escuchaba como algo que él haría, pero más importante- No fui el de abajo, que alivio- Suspiró.

- ¿El de abajo?

- Tonterías mías, ahora suéltame ¿Quieres?

Dipper le echo una rápida mirada, cerciorándose que se hubiera tranquilizado del todo y lo soltó.

Bill se incorporó, arreglando su desordenado cabello como si nada, recomponiéndose, como si no hubiera hecho una escena minutos atrás.

- Parece que pasas por estos malentendidos muy a menudo- Observó el castaño.

- No sabes cuántos- Resopló- Te debo una disculpa por lo de antes, pídeme lo que quieras- Se incorporó, sosteniendo las sabanas para cubrirse.

- No quiero nada tuyo- Dipper desvió la mirada, para no ver de frente la figura demasiado esbelta y tentadora que tenía el otro para ser de un chico.

- Algo debe de haber... ¿No tomaste fotos de mi así anoche? ¿Verdad?

- ¿Qué? ¿Quién crees que soy? – Dipper frunció el ceño.

- No te ofendas, necesito asegurarme, más de una vez ya...

- No sé con qué clase de personas te has cruzado, pero no haría algo así. De no ser porque te gane en la apuesta de anoche, me abría ido hace mucho- Aclaró con seriedad.

- Oh, claro, la apuesta- Bill susurró- A todo esto ¿Qué fue lo que apostamos?

Dipper llevó una mano a su Sien, esta sería una mañana larga. 

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Admito que me estoy divirtiendo un poquito mientras escribo esta historia, quería ser un poco más malita con Bill, pero me contuve, más adelante lo seré *risa diabólica* 

Les quieres con amorsh, Fénix ;)