Al salir, justo me crucé con Haneul que venía entrando. Creí que volveríamos a pasar de la una y de la otra, pero se interpuso en mi camino. Al final fue ella quien dio el primer paso.

Con dos trenzas de pescado a los lados de los hombros. Un suéter de lana verde claro de cuello redondo y unos pantalones jeans entubados. Me miró fijamente y me habló. —¿Tiene un momento para hablar? —Su tono de voz era ligero y no denotaba lo que estaba sintiendo.

No tenía la obligación de hablar con ella, tampoco es que quería, pero ya que la curiosidad de saber lo que pensaba pesaba, acepté de buena gana. —¿Dónde le gustaría hablar? —Sonreí con amabilidad. Hasta que noté una mancha en el borde de su manga. La sonrisa se me borró y me acerqué un paso más antes de que dijera algo. —Oh, si es reciente la mancha de café, debería echarle vinagre blanco, lo deja actuar por unos minutos y luego enjuagas con aguas para meterla en la lavadora. Por ahora debe arremangarse de esta forma ambas mangas para que no se note y aún así luzca fenomenal. Perdona. —En un movimiento rápido, agarré su mano para estirarla hacia mí y acomodarla como había dicho.

Ella no presentó objeción y simplemente se dejó hacer hasta que terminara. —Gracias. —Se miró los brazos y apretó los labios con una sonrisa casi plana.

Cuando me di cuenta de lo que había hecho, me reproché internamente. Justamente por parecer una entrometida o vanidosa los rumores se extendían de mala manera. Sin embargo, lo hecho ya estaba, así que debía continuar como si no pasara nada.

  —¿Entonces le gustaría hablar aquí o...? —Giré el dedo índice en círculo.

  —Oh, no. Caminemos por el campus, no tomará mucho tiempo. —Ella comenzó a dar los pasos en dirección contraria, esperando a que la siguiera.

Por un lado me hacía una idea de lo que quería hablar y por el otro tenía sospechas, todavía no olvidaba que ella pertenecía al grupo con Suha y Suni. Aunque también la recordaba como la más tranquila de las cuatro.

Pronto la alcancé y estuve a su costado. Nuestros pasos eran lentos y nos mantuvimos en silencio por varios tramos. Algunos estudiantes giraban la cabeza para mirarnos cuando pasábamos, les causaba curiosidad que estuviéramos juntas porque aquella discusión en la que se disolvió el grupo tuvo alcance a los oídos de los demás.

La vi de reojo que tenía la vista al frente como si no hubiera pedido un tiempo para hablar. No quería permanecer un tiempo más callada, debíamos conversar rápido. —Señorita Kang, ¿seguiremos caminando hasta llegar a algún lado o hablará?

Ella levantó la mano y acomodó el flequillo cuadrado que cubría su frente hasta las cejas. Y me miró. —¿Podemos dejar los honoríficos? Creo que los meses que pasamos juntas a pesar de que no recordaras mi nombre deben significar algo.

Amarré mi cabello en un moño bajo que estaba cerca de la nuca. Había un poco más de calor en ese día. —Bueno, no tengo problema si no te molesta. Soy adaptable. Y ya que estamos con el tema, me disculpo por ello, si te soy sincera, a veces me cuesta aprender los nombres y las identifico con otras características.

Asintió. —Pero justo ahora dijiste mi apellido.

Rasqué con el dedo un lado de mí mejilla. —Después de escuchar a Suha, presté atención a la lista y memoricé sus apellidos.

  —Eso es lindo. —Fue lo único que dijo.

Fruncí levemente el ceño. Nos estábamos yendo por las ramas y no me apetecía seguir con esto, así que pregunté directamente. —Haneul, ¿por qué querías hablar conmigo? ¿Es por lo del sábado?

Haneul ladeó el rostro hacia mí y pestañeó varias veces, con un aire pensativo. —No exactamente. Pero algo tiene que ver.

  —Entonces comienza a hablar.

Novio Falso | Jeon Jungkook [#1] [✔️]Onde histórias criam vida. Descubra agora