Capítulo 7: Calle Melancolía

453 20 0
                                    

Fueron como quince horas de vuelo, llegué cansadisima. Nuestro nuevo apartamento resulto ser una casa, una mansión más bien, era enorme. Se encontraba en pleno Beverlly hills y le había costado a Júlia una fortuna.

Los Angeles era una ciudad cálida, repleta de aquellas tan famosas palmeras. Con un estilo de vida completamante distinto al de NYC, aquí siempre habían fiestas, parecía que esta gente vivía en el paraíso, con ferraris y casas de ensueño. Hollywood tenía un poder enorme y todas las fiestas estaban llenas de gente del mundo del cine. Conocí a una barbaridad de actores, actrices, directores y guionistas, modelos etc. Todo el mundo que estaba en está ciudad era por un sueño, todos se dedicaban o querían entrar a aquella industria, estaban dispuestos a hacer cualquier cosa con tal de entrar.

Los Angeles era la ciudad del sexo, toda aquella gente lo amaba, amaba follar de una forma descarada. La mayoría de las fiestas que ibamos acababan convirtiendose en orgías, yo alucinaba. No tenía la menor idea de que hacía allí. Pronto dejé de ir a ellas, aunque Júlia seguía yendo a por contactos, todos esos actores se metían una media de treinta veces al día en problemas con la ley y Júlia era quien los defensaba (tanto Harvard para eso, claro está, cobraba una millonada).

Así pasaron los meses, yo me quedaba en en casa trabajando, haciendo conferencias vía skype con Nueva York para evitar los viajes. Me tomaba un café todas las mañas, hacia ejercicio después del desayuno. Después de ponerme al día con el trabajo e intentar que mi empresa no se fuera a la mierda, salía a comer, intentaba encontrar el mejor restaurante de aquella ciudad, intentaba encontrar mi sitio.

Estaba sentada en el restaurante, esperando mi comida. Júlia trabajaba constantemente así que comía sola. Miraba al vacío, un restaurante repleto de muchachas de veinte años con viejos de setenta, rubias guapisimas buscando el éxito, esperando el estrellato. Mi teléfono sonó, en la pantalla de mi celular se veía a Dinah. Dinah. Llevaba tanto tiempo sin hablar con ella, ni si quiera me despedí de ella cuando me fui, dejamos de hablar, supongo que se debió de enfadar conmigo.

-Dinah.

-Hola Lauren.

-Vaya, cariño, como estás?

- Bien y tú?

-Yo, bien todo bien .

Silencio, incómodo.

-Siento no haberme des...

-Cállate! Eres una idiota!

-Dinah escucha yo lo...

-No, cállate! Cómo se te ocurre? Irte sin despedirte!? Irte! No lo entiendo Lauren. No te das cuenta de que ella hace lo que quiere contigo? No te merece! Joder Lauren despiesta! Que coño te pasa?

-Dinah cálmate...

-No! Claro que no! Como quieres que me calmé!? Ahora estoy sola! Joder ya no tengo a mi tia!! Ni si quiera te despediste de mi...solo te fuiste..

Empecé a oír sollozos por el otro lado de la línea.

-Eres una estúpida Lauren! No lo entiendo! Joder! Ni una sola llamada en meses, te vas, y ni si quiera te molestas en llamar!

-Dinah cielo lo siento si? Dejame explicarte porfavor...

- La amas Lauren?

-Qué?

-Qué si la amas!? Tanto la amas para irte con ella? Para hacer todo lo que ella te dice?

Mierda.

-Respondeme Lauren!

-Y...yo... ss.. noss.. es complicado Dinah , llevamos mucho tiempo juntas y no puedo tirar todo estos años a la basura...

-Oh Lauren por dios te estas oyendo? Menuda estupidez! Que tienen que ver los años por dios! Aquí lo único que importa es que tu la ames, que os ameis por que entonces quizá puedo entenderlo. Asi que Lauren la amas? De verdad amas a Julia?

-Sí, la amo.

Ni yo me lo creí, crucé los dedos para que Dinah lo hiciera, pero no funcionó.

-Si? De verdad? Y que pasa con Camila?

Camila.

Flashback

Dejé el billete en la cocina y me dirigí al baño, necesitaba una ducha. Estaba tan abrumada, mi cabeza no paraba de dar vueltas, sentía como si me asfixiará.

El agua fría recorría mi cuerpo, estaba helada, iba a estar enferma por siempre, pero necesitaba sentirme viva. Me sentía igual que aquellos ojazos azules en la primera escena de Mi vida sin mi. Deciones decisiones y mas decisiones, estupidas decisiones, que iba a hacer? Que hacer cuando lo incorrecto se siente bien? Cuando lo correcto se siente erróneo? Era esto una decisión o una oportunidad? Según Benjamin las oportunidades marcan nuestras vidas, incluso las que dejamos pasar... García Márquez me decía que le dijiera que si, aun que me arrepentiera por que de todas formas me iba a arrepentir toda la vida si le decía que no, pero la pregunta es, a quién le decía que si?

En vez de estar triste al pensar en que si me iba con Julia estaría lejos de mi familia, de mis amigos, de mi empresa, de mi ciudad, yo solo sentía desdicha al pensar que estaría lejos de Camila. Camila era en lo único en que pensaba, la tarde anterior se repetía una y otra vez en mi cabeza. Aquellos ojos marrones vagaba inquietos por mi memoria.

Mientras me vestía tenía el teléfono en mano mirando su número. No sabía que hacer. La llamo o no la llamo? Después de pasear de un sitio a otro de la casa y mirar la pantalla de mi teléfono móvil, acabé por llamarla. Mis manos temblaban y sentía pequeño espasmos, no me sentía así desde que le dije a mi mejor amiga que la quería.

-Maldita sea Camila cogé el teléfono. Necesito oír tu voz... necesito que me ayudes...

-Hola soy Camila, deja tu mensaje después de la señal.

Y así cinco veces más, no me cogía el maldito teléfono. Estaba tan desesperada, realmente necesitaba verla, que me ayudará. Estaba perdida, no sabía que hacer, necesitaba que ella me orientara.

Tuve una idea descabellada, pero lo hice. Subí a mi coche y empecé a conducir. Un tiempo después ya estaba allí, delante aquella casa familiar, mirando la puerta. Creo que estuve alrededor de unos quince minutos en mi automovil, preguntándome si había hecho lo correcto yendo a casa de Camila. Las ganas de irme por temor a la reacción de la morena eran enormes pero no lo hice.

Justo cuando estaba desabrochandóme el cinturón un coche rojo aparcó en el garaje de aquella casa. De ahí bajó Camila acompañada de un chico de pelo moreno. Rápidamente mi corazón empezó a bombear al ver aquellos ojos marrones. Ella no me vió, solo caminaba decidida a la puerta mientras que el otro muchacho la seguía. Camila sacó las llaves e intentó abrir la puerta, no pudo. El chico de pelo moreno la cogió del brazo izquierdo, la empujó contra la pared, y empezó a besarla bruscamente. Para mi sorpresa Camila no se apartó, en vez de eso pasó sus brazos alrededor de su cuello.

En ese instante sentí como mi corazón se quebró, sentía que me faltaba el aire, y mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas. Hacía tanto tiempo que no sentía tanto dolor, todos mis sueños se fueron a la mierda, de repente todo se desvaneció.

Cuando el chico acabó de besarla se fue, así sin más, la dejó allí tirada y no miro atrás. Camila entró a su casa como si nada hubiese pasado mientras que el chico pasaba delante de mi auto y entonces lo vi.

-Mojón- me dije a mi misma.

Estuve la siguiente media hora pegandole al volante, llorando como una niña pequeña y gritando.

Ayer me estaba besando, me decía que me quería y hoy, hoy estaba besando a otro. Como se atrevía? Donde quedaron los sueños que hicimos? Las promesas? Eran a caso solo palabras vacías?

Sentía un cuchillo en mi corazón, sentía que me moría y acabé por irme con mi mirada completamente vacía. Conduje y llegué al aeropuerto cogiendo el avión con destino a Los Angeles.

Fin de flashback

-Y bien? Lauren?

I want to hold your hand (Camren)Where stories live. Discover now