Seis

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Taehyung, se encontraba haciendo una manualidad que la maestra de artes les había pedido. Amaba esa materia porque podía expresarse como el quería, haciendo diversos dibujos, obras de arte y demás. Aunque pareciera un niño pequeño debido a que debían estar monitoreando que no jugara con la pintura. Tal cosa que ahora mismo se encontraba haciendo.

— Taehyung, no juegues con la pintura — Le reprendió su mejor amigo, Jimin. El mencionado formó un puchero con sus delgados labios, alzando su mirada y manos. Ya era muy tarde, Kim se había manchado de pintura azul en su rostro y manos. Pero no le molesto, es más, sonrió en grande hasta que sus ojitos desaparecieron de lo feliz que era en ese momento.

— Es inevitable, mimi. Me gusta mucho — Se encogió de hombros y pasó su dedo índice por la mejilla de Jimin, el cual lo miró mal, muy mal por lo que había hecho. Taehyung frunció sus labios sabiendo que su mejor amigo no le diría nada por lo que había provocado pero que en cierta parte sí le molesto porque siempre trataba de verse muy bien.

— Lo sé Taehyung, pero haces un desastre. Llevas camiseta blanca y terminará arruinada — La señaló, el mencionado volvió a encoger sus hombros sin importarle que la pintura tocara con su camiseta. Es más, pensaba qué tal vez se vería muy bonita con algunos colores.

Por otro lado, se encontraba Soyeon. Quien pintaba contra un lienzo de una manera tan delicada, era el único lugar donde podía ver que ella estaba tranquila, sin dormir o discutir con profesores. El trabajo que hacía parecía ser tan delicado. Y así quería que fuera, le gustaba mantener su mente ocupada en ese tipo de cosas.

— ¡Hola, Soyeon! — Gritó Taehyung una vez que llegó a su lado, la chica soltó un brinco asustándose por la repentina voz de su compañero. Y eso causó que algunas gotas de pintura cayeran en su pantalón negro.

— Fíjate lo que has causado por llegar de esa manera — Exclamó Soyeon de una manera molesta. Kim trago saliva empezando a jugar con sus manos por lo nervioso que ahora mismo se encontraba, lo había arruinado. Su plan no era mancharla.

— Lo...lo siento — Tartamudeó observando el pantalón, trato de tomar una servilleta para limpiarla pero por supuesto que era una mala opción.

— Aléjate, solo lo estas arruinado más — Le arrebató la servilleta de sus manos, Taehyung se sintió mal por lo que había hecho. Y aún más porque toda la clase los miraba, la mayoría molestia con Soyeon por tratarlo de esa manera.

— Tienes que tener un poco más de respeto, fue un accidente — Habló Jimin a la defensiva de su mejor amigo, Soyeon soltó una risita por lo bajo y negó con la cabeza. Soltó la servilleta y lo miró.

— Nadie le pidió que se acercara a mí de esa manera, estaba trabajando y sola. ¿Porque no lo entiendes? No quiero que estes cerca de mí, Taehyung. Es tan... frustrante tenerte como un chicle, tampoco me mires. No entiendo que es lo que te sucede o si te gusto, pero nunca te haré caso. Tengo novio — Se dirigió hacía los dos chicos, Kim sintió sus ojitos llenarse de lágrimas, sin previo aviso, salió corriendo del salón de clases. Soyeon soltó un suspiro al mismo tiempo que colocaba sus ojos en blanco, tomó el asa izquierda de la mochila colgándola en su hombro.

— No pudo creer que le hayas dicho todo eso, no hay necesidad. Con buenas palabras, lo entendería.

— Si, Park. Como tú digas. Es solamente la verdad y listo, no entiendo por qué se molestan. Al menos espero que le haya quedado claro.

Dicho eso, se dio la vuelta para «de igual manera» salir del salón de clases. Era beneficioso que el profesor no se encontrara cerca o le iría muy mal a Min por tratar a un compañero de esa manera. En el instituto no estaba permitido esos comportamientos.

Taehyung se había encerrado en el cubículo del baño, soltando lágrimas que resbalaban por sus suaves mejillas. Él de verdad empezaba a querer mucho a la chica, es decir, sabía que aún no interactúan mucho pero algo le decía que de acercara a ella, la veía como un tonto y siempre pensaba en Soyeon cuando veía cierto artículo. Estaba pensando en tal vez regalarle un collar, pues sabía que se le vería muy bonito. Pero no entendía porque lo trataba así si tan solo quería ser una buena persona.

Kim Taehyung con tan solo veinte años conserva una mente de tan solo diez o menos. Siempre se comportaba muy tierno, no se metía en problemas, amaba los perritos y no, nada de esto lo fingía. Era natural, así era su personalidad. Parecía como si se hubiera estacando en esa edad de la niñez. Lo cual a le gustaba.

— ¿Tae? — Lo llamó Jimin, el mencionado trato de esconder sus sollozos pero fue imposible. Park soltó un suspiro y se acercó al íntimo cubículo de donde provenían los ruidos. Ahí estaba su mejor amigo, en el piso con su rostro empapado de lágrimas y un inconsciente puchero en sus labios.

— Vete, Jimin — Susurró, Park le sonrió y se acuclilló frente a él.

— Sabes que no lo haré, creo que es mejor que empieces a olvidarte de Soyeon. Es mala para ti, te ha lastimado mucho y no queremos que así sea.

Taehyung asintió no muy bien convencido, Jimin le extendió la mano para que se levantara del suelo.

— Es que ella es muy bonita, mimi. Siento algo muy...¿bonito? Si, eso. En mi corazón, cuando la veo — Limpio sus lágrimas con el dorso de su mano, Jimin asintió con una pequeña sonrisa.

— Es por que te gusta, pero ella tiene novio. Además, no te conviene. Es una persona que no sabrá cómo lidiar contigo, no te tratará como te lo mereces y mucho menos estarás seguro con Soyeon. Y tú, Taehyung, mereces una chica muy buena, que te entienda y te ame muchísimo. Verás que pronto la encontrarás, ¿si? — Colocó sus dos manos en los hombros de Taehyung tratando de hacerlo entender. Él asintió analizando las palabras de Jimin, letra por letra.

— De acuerdo, después, le pediré perdón a Soyeon. Y tal vez, seamos novios en un futuro — Sonrió en grande, Jimin dejó caer sus brazos a cada costado, sin saber como hacer entender a Kim. No permitiría que sufriera por esa chica.

DUVET | KTHWhere stories live. Discover now