Always and Forever

Capítulo 19. "A veces tus acciones hablan mucho más fuerte que tus palabras"

Cuando desperté estaba sobre el pecho de Austin y tenía mis piernas entrelazadas con las suyas. Me moví un poco para ver si todo era real y Austin reaccionó abrazándome. Teníamos mi abrigo y su americana por encima para protegernos del frío, y el resto de nuestra ropa estaba por el suelo de la terraza. Austin era incapaz de abrir los ojos en ese momento. Me intenté levantar para ponerme la ropa pero Austin me atrajo contra sí.
- Buenos días-dijo con la voz ronca- Ni te imaginas el sueño que he tenido-dijo sonriendo. Austin entreabrió los ojos y buscó los míos.
- Creo que hemos soñado lo mismo-dije dándole un beso en la mejilla.
- Siento que no fuera en un lugar especial como tú querías-dijo Austin serio- La verdad es que ayer no pensé en que pudiera pasar esto..
- El sitio fue el más especial del mundo-Austin se inclinó hacia mis labios y me besó.
- Te quiero mucho-dijo Austin con los ojos cerrados. Sonreí con una de esa sonrisas en las que hablas callada. ¿Podría haber alguien más afortunada que yo? En ese momento entró por la puerta uno de los camareros de la pastelería. Austin se me quitó de encima y nos tapó con el abrigo a los dos.
- Perdón, no sabía que había alguien aquí-dijo el camarero rápidamente mirando al suelo.
- Espera-soltó Austin- nos dejaron aquí encerrados anoche, por eso nos quedamos aquí-mintió Austin-me gustaría que nadie lo supiera.
- Descuide, si quieren podéis desayunar en el salón de la pastelería-ofreció el joven.
- Ahora vamos-le dije con una sonrisa. El camarero se quedó mirando a nuestra ropa que estaba por el suelo y luego se dio cuenta de que estábamos desnudos. Rápidamente cerró la puerta y se marchó-Qué verguenza, Austin-dije mientras cogía mi ropa. Vi que Austin se quedó mirándome y sonriendo, ignorando lo que yo había dicho. Me senté en el sillón y me vestí rápidamente.
- ¿En serio nos tenemos que ir?-dijo Austin cogiéndome por la cintura- Este lugar es como mágico.
- Hay que volver a la realidad-Austin se vistió y nos levantamos del sillón.
- Espera-dijo cogiendo mi mano.
- ¿Qué ocurre?
- Nunca me voy a olvidar de esta noche, quiero que lo sepas-dijo acercándose a mí.
- Lo sé-dije prácticamente en sus labios-Aunque no lo creas tus acciones hablan mucho más fuerte que tus palabras, ¿sabes?-Austin sonrió y salimos fuera.
Cuando empezamos a desayunar nos dio por coger el móvil después de más de 12 horas.
- Mi madre me ha llamado 70 veces-dijo Austin riendo- habrá carteles de que he desaparecido seguro-me reí y miré mi móvil. Tenía también llamadas de la madre de Austin y de los chicos, así como mensajes provinientes de San Antonio.
- Ya vamos al hotel, mamá-habló al teléfono. Michele le estaba gritando. Era normal, pero había sido nuestra noche.
- ¿Vamos a contar lo que ha pasado?-le pregunté a Austin.
- A mi madre no-respondió Austin rotundamente- y los chicos lo van a notar rápidamente. Como tú quieras.
Asentí y fuimos hasta el hotel. Cuando entramos estaban en la recepción los chicos y Michele sentados con los móviles.
- Austin, pensé que os había pasado algo-dijo enfadada Michele. Austin fue corriendo a darle un beso.
- Lo siento, mamá, tendríamos que haber avisado pero se nos acabó la batería-mintió Austin.
- Pero, ¿dónde estábais?-preguntó su madre. Austin se quedó pensativo buscando una excusa.
- Fuimos a una pastelería a tomar algo y como vinieron muchas fans el chico nos dijo que fuéramos a una terraza que hay por allí, y como esa zona no se usa, pues se fue y nos dejó ahí hasta hoy-dije tranquila. Parecía incluso convincente.
- ¿Y cómo dormisteis? Qué desastre, Jessy-dijo Michele. Asentí con la cabeza mientras vi a los chicos riendo.
- Pues mal, mamá, queríamos volver ya a ver si alguien nos rescataba-Michele le dio un abrazo a Austin y luego otro a mí. Me senté a ver los whatsapp que tenía y oí a Austin hablando con Alex.
- ¿Ha pasado o no ha pasado?-preguntó Alex con una sonrisa pícara.
- No sabes tú bien-dijo Austin sonriendo-No puedes ni imaginarte cómo fue-Alex se me quedó mirando.
- Me imagino-Austin le dio una colleja a Alex.
- Tú no te tienes que imaginar nada, que es mía-los dos se rieron y se incorporaron los demás.
- ¿Que te has estrenado? Felicidades tio-dijo Robert abrazando a Austin. Me hacía gracia que vieran eso como si fuera un premio pero me molestó que Austin no tardara ni un segundo en presumir de lo que había pasado. Para mí habían cosas más importantes.
Ese día nos íbamos de Colorado así que Austin y yo fuimos a nuestra habitación a hacer las maletas. Austin cerró la puerta y fui directa al ropero. Saqué toda mi ropa rápido y la puse sobre mi maleta. Austin también comenzó a hacer la suya a mi lado.
- ¿Qué pasa?-le pregunté tras verle mirarme.
- Que te veo ahí tan seria y me acuerdo de anoche-dijo Austin pasando sus manos por mi cintura.
- A mi también-dije sonriendo. Austin empezó a darme muchos besitos en el cuello.
- Aquí no hay nadie-dijo Austin sugerente intentando levantar mi falda.
- Para que luego comentes la jugada con tus colegas ¿no?-pregunté riendo. Quería ver la reacción de Austin que mantuvo sus manos en mi cintura mientras se reía.
- ¿Lo has escuchado no?-asentí con la cabeza- Los tíos somos así, cariño-dijo besando mi mejilla.
- Vale pero tampoco hace falta que cuentes cada vez que pase algo de esto-dije un poco más seria. Austin se lo seguía tomando todo a broma.
- O sea que va a haber muchas más-dijo Austin acercándose más a mí.
- No sé, si te portas bien-dije sonriendo. Austin me tiró en la cama y levantó mis brazos entrelazando sus manos con las mías. En ese momento tocaron nuestra puerta- ¿Quién es?-Austin se puso encima mía abrazándome en la cama y los chicos entraron por la puerta.
- ¿Qué hacéis?- preguntó Alex.
- Estar con mi novia un rato-dijo Austin enfadado.
- Hacer las maletas-dije para romper el hielo. Me levanté y cerré mi maleta mientras le sonreía a Alex. Le hice una señal para que hablara con Austin, que seguía acostado en la cama.
- ¿Preparado para Nueva York?-dijo Alex sonriendo a Austin.
- ¿Nueva York? ¿Es broma no?-dije con los ojos como platos.
- ¿No lo sabías? ¡Madison Square Garden! -exclamó Alex. No me lo podía creer.
- Qué fuerte. Nunca he estado allí-dije sonriendo. Miré a Austin que seguía acostado en la cama. Estaba bastante serio, pero preferí no decirle nada, a veces era mejor dejarle tiempo solo que atosigarle.
Nos preparamos y fuimos al aeropuerto. Comenzaba el gran viaje.

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