Be My Forever - Muke Clemmings

XVI

Cuando me desperté me encontré con Luke sobre mi pecho, y me sentí bendecido, se veía hermoso, sus mejillas algo sonrosadas y su boca ligeramente abierta, escuché pequeños ronquidos y reí, nunca había oído a Luke roncar, mire en el reloj que estaba sobre la mesa de noche a mi derecha y apuntaba las 9:15, debía pedir el desayuno, me moví un poco con miedo de despertarlo, pero al parecer Luke estaba profundamente dormido, busque mi ropa interior y me la puse, cogi el teléfono y llamé a servicio a la habitación, pedí un desayuno y unas aspirinas para Luke. Me volví a acostar en la cama y solo me dispuse a mirar a Luke dormir, se veía tan hermoso, calmado, como si nada o nadie lo pudiera herir, podía mirarlo dormir toda mi vida. Escuché como tocaban la puerta y me levanté, abrí la puerta y si no es por su cara no me acordaría de que llevaba puesto sólo mi ropa interior.

—Lo siento. —Me disculpé mientras agarraba las bandejas.

La señora de unos 50 años, uniforme y pelo casi blanco hizo un ademán con su mano que entendí como "no pasa nada" y giró con su carrito. Puse las bandejas en la cama y empecé a besar a Luke, hasta que despertó.

—Buen día, bebé. —Sonreí.

—Hola. —Dijo con una medio sonrisa y una voz ronca que juro me puso duro.

—Pedí el desayuno. —Dije y señalé las bandejas.

El sonrió e intento sentarse pero hizo un gesto de dolor, trate de no reírme, pero por dentro estaba a punto de morir de la risa, no le había dado tan duro ¿O si?

—Ten. —Dije brindándole la aspirina y un vaso con agua.

—Gracias. —murmuró.

—¿Duele mucho? —Pregunté intentando no reír.

—La primera vez siempre duele ¿No?

—Eso lo dicen las chicas.

—Debería aplicar también para hombres. —Dijo tomando la pastilla.

—Ya pasará bebé. —Le di un pequeño beso después de que término de tomar agua.

—Muero de hambre. —comentó.

—¿No fue suficiente con lo de anoche?

—Uh, pervertido.

Reí, piqué un pedazo de fruta en un tenedor y lo llevé a su boca.

—Solo me duele el culo, no estoy inválido. —Dijo masticando.

—Solo trato de ser un buen novio y alimentarte, pero veo que no estas de buen genio.

Suspiró.

—Lo siento, aun tengo sueño.

—Podemos volver a dormir después de que desayunemos.

—Esta bien. —Dijo abriendo su boca.

Y en ese momento pensé en meter algo en su boca, y no precisamente comida.

—¿Que tanto piensas? —Me interrumpió de mi fantasía sexual.

—Yo... nada, nada...ten. —Dije dándole más fruta.

Cuando terminamos de desayunar dejamos lo que sobró a un lado y nos acostamos juntos. Luke de nuevo sobre mi pecho.

—Falta poco para graduarme. —comenté.

—¿Cuánto?

—Un año.

—¿Y después? —Preguntó.

—No lo sé, debo conseguir un trabajo.

—Habías quedado de conseguir un trabajo y no lo hiciste. —Rió.

—Es que prefiero pasar el tiempo contigo. —Lo besé.

—Yo también pero...necesitamos dinero así que yo si he decidido conseguir un empleo.

—¿En serio?

—¿Conoces ese restaurante que queda a unas calles cerca de nuestras casas?

—¿El italiano?

—Si, ese, están buscando un mesero.

—¿Que horario?

—Solo en la noche, así puedo estudiar y eso.

—Me parece genial Lukey. —Lo besé.

—¿En serio?

—Si, me parece bien.

—Gracias por apoyarme. —Me abrazó.

—Es mi deber ¿No? —Reí.

—¿Cuando iremos a casa?

—No lo sé, cuando tu quieras.

—¿Podemos ir a la piscina?

—Podemos hacer lo que tu quieras Luke. —Besé su mejilla.

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—Eres un estúpido Luke, creí que no irías nunca. —Dijo Abby.

Las chicas se encontraban en mi casa, era sábado y Luke prefirió invitarlas a ellas a casa en lugar de pasar el tiempo juntos.

—¡Era nuestro aniversario! —Se defendió Luke. —¿Que harías tu si Jess llega a olvidar su aniversario?

—Probablemente le terminaría. —Dijo mirando mal a Jess.

—Ow, nunca lo haría nena. —Dijo Jess dándole un beso.

—Lo bueno es que ya todo esta bien ¿No? —Comenté.

—Si, eso es lo importante. —concordó Luke.

—Bueeeno, ¿Tienen planes chicos? —Dijo Jess.

—La verdad no. —Respondió Luke.—Podemos jugar xbox. —sugirió.

—Bebé, ellas no saben nada sobre eso. —Dije.

—¿Que no? —Dijo Abby alzando una ceja.

—Les partiremos el trasero chicos. —Dijo Jess.

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Después de que jugamos y les ganamos a las chicas ellas se fueron y volví a quedar sólo con Luke, pero después el salió a ver lo de su nuevo trabajo e insistió en que no lo acompañara. Me recosté en el sillón y empecé a jugar algo de xbox, escuché el teléfono de Luke sonar y me paré a contestar, era un numero desconocido, pensé en no contestar pero cuando llamaron por segunda vez respondí.

—¿Hola?

"¿Familiar de la señora Hemmings"

—Um, si ¿Por qué?

"Lamentamos informarle que la señora Hemmings falleció"

Y en ese momento, sentí como mi corazón se detuvo.