Be My Forever - Muke Clemmings

XXIII

—Tengo que ir a verlo. —Dije mientras me levantaba y buscaba mi camiseta. —¿Quien te dijo?

—Abby.

—¿Donde esta?

—En el central.

—¿Ella esta hay?

—Si.

—¿Cómo se enteró?

—No lo sé.

—¿No vienes? —Dije una vez ya me había puesto toda la ropa.

—Michael....

—¿Si?

—Luke esta bastante grave.

—Iré... iré a verlo, solo eso.

—Tengo que decirte algo primero.

—Está bien.

—Jess, estoy esperando. —Dije después de que pasaron unos minutos y ella no decía nada.

—¡No es fácil!

—Bueno, la persona que aún amo mas que nada esta en una camilla de hospital muriendo y tu aquí haciéndome perder el tiempo. —Dije y salí de la habitación.

—¡Espera! —Dijo y me siguió.

Me detuve y la miré.

—Luke no tiene la culpa de nada.

—No entiendo.

—Ese día en el bar... Abby le dio la idea a Luke de que se besara con ese chico de nuevo con el pensamiento de que a ti te darían celos.

—¿Que? Eso no es verdad... ademas cuando me levante a ir al baño ¿Cómo iba a saber que yo iría?

—Nosotras estábamos en la pista de baile y cuando te vimos le avisamos.

—¿Cómo pudieron? ¿Cómo...? ¡¿Qué mierda tienen ustedes dos en la cabeza?!

—¡Sólo queríamos ayudar!

—¡Sólo arruinaron todo!

—¡Lo siento!

—¿Hay algo más que quieras decirme?

—Que el quiso ir varias veces a tu casa a pedirte perdón y se lo impedimos.

—¿Qué? ¿Quien les dio el derecho de hacer eso? Ustedes... maldición ustedes son unas perras, sin corazón, si iban a intervenir en nuestra relación debieron haberlo hecho para bien.

Salí de allí y Jess no se molesto en seguirme, me sentía enojado, y confundido ¿Por qué ellas hicieron eso? Me sentía traicionado también, una mejor amiga nunca haría eso, mi mente dejo esos pensamientos a un lado y puso otros en mi mente. Luke. Debía ir y saber que todo estaría bien con el, aunque a pesar de todo lo que paso en estas dos semanas aún estaba en mi mente el momento en que lo vi engañadome en el centro comercial, aun no había una explicación para eso... maldeci, en lo único que debería estar pensando es en Luke y que el estará bien.

Entré en mi auto (Qué había dejado estacionado en el conjunto donde Jess) y manejé lo más rápido posible, pasándome algunos semáforos, a estas horas de la madrugada no había mucho tráfico por lo que no me importó, apenas llegue al hospital y estacione, fui a recepción a preguntar por Luke.

—¿Es usted familiar? —Preguntó la morena en recepción.

—No... mire, el no tiene familiares aquí, tiene en otras ciudades.

—Está bien ¿Y usted es?

—Soy... soy su novio, por favor necesito saber sobre el.

—Está en el piso 5, habitación 505, necesito que me deje su identificación.

—Está bien. —Dije y busque mi cédula en mi billetera y se la entregué.

—No creo que pueda pasar a verlo pero alguien allá le podrá decir sobre su estado.

—Gracias. —Dije y asentí.

Decidí subir por las escaleras, no tenía tiempo para quedarme parado esperando por el ascensor, subí como pude y cuando llegue busqué la habitación donde se encontraba, cuando la encontré intente abrir pero estaba cerrada, miré por la pequeña ventana y logré ver a Luke.

—El estará bien. —Dijo una voz detrás mío.

—¿Qué haces tu aquí? ¿No te da vergüenza? Eres una perra.

—Michael...

—Michael nada Abby. Jess me dijo todo, lo del bar, todo. No entiendo como pudieron hacer eso.

—Ustedes necesitaban un tiempo.

—Si, necesitaba tiempo, pero no ver a Luke besarse otra vez con ese tipo.

—Pensé que tendrías celos y harías algo por...

—¡Maldición cállate! ¿Por qué no nos haces un favor a los dos y te largas de aquí?

Traté de calmarme un poco, estaba en un hospital y lo último que necesitaba era que un guardia me sacara de aquí y no poder entrar a ver a Luke.

—Me iré, esta bien ¿Pero no quieres saber cómo está el?

—Para eso puedo preguntarle a el doctor, largo.

Ella asintió y se levantó de la silla donde estaba. Pasé las manos por mi rostro y suspiré.

Toque la puerta de la habitación 505 y espere a que la enfermera que estaba adentro me abriera.

—¿Necesita algo señor? —Preguntó abriendo la puerta sólo un poco.

—Quiero... quiero ver a Luke.

—Estamos preparando al señor Hemmings para cirugía, cuando acabe y todo salga bien el doctor dirá si lo puede ver o no.

Asentí.

—¿Cuanto demorará? —Pregunté.

—No lo sabemos, depende de como salga la cirugía.

—¿Lo volverán a traer aquí?

—Lo más probable es que si.

—¿Cómo está el?

—A pesar del fuerte accidente, ya le hemos realizado una cirugía y todo salio bien, esperamos que en esta también, y esperamos que despierte pronto.

—¿Está inconsciente?

—Si... ya debemos sacarlo, perdón. —Dijo y cerró la puerta.

Me senté en las sillas que estaban allí mientras apoyaba mis codos en mis piernas y mis manos en mi rostro, las lágrimas empezaron a caer y me inundó un sentimiento de tristeza.

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No se como les gusta el fic, jaja:(
Las amo, besos x