11. Segunda Oportunidad

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Jimin abrió los ojos solo para llevarse un gran susto al ver a Jungkook a su lado con el rostro completamente cubierto en sangre.

-¡Jungkook-ssi!, ¡Jungkook-ssi – el asustado muchacho empezó a sacudir el brazo de su esposo.

Jungkook no reaccionaba. Cuando subieron al auto, la furia de Jungkook era tal que paso por alto el uso del cinturón de seguridad.

-Jungkook-ssi, por favor, despierte – Jimin lloraba aún más. ¿Qué se supone que iba hacer en medio de la nada, completamente solo en un lugar más oscuro que la noche?

Su mente quedó en blanco. Jamás en su vida se imaginó pasar por una situación así. Jimin tiró nuevamente del brazo de su esposo y éste cayó de lado sobre su regazo. El susto del muchacho fue más al ver los rastros de sangre que empapaban su pantalón.

-Dios mío que hago... - Jimin empezó a temblar. Su respiración se hacía más agitada.

A pesar de estar aterrado, Jimin sabía que Jungkook necesitaba atención médica con urgencia. Sin pensarlo tomó el pañuelo de su saco y empezó a limpiar el rostro de su desfalleciente esposo. Al notar que los chorros de sangre seguían brotando, tomó un pedazo de tela que encontró en el auto y lo ató como pudo en el lugar herido.

El muchacho miró a su alrededor. Nada, solo oscuridad. Buscó en el auto hasta encontrar una pequeña linterna y luego revisó los bolsillos de Jungkook hasta encontrar su teléfono celular. No había señal ya que se encontraban en medio de la carretera cuando el auto perdió el control.

Jungkook necesitaba ir a un hospital, su cabeza seguía sangrando. Jimin decidió salir del auto y sacar a Jungkook con él. Con mucho esfuerzo, logró sacar a su esposo y colocarlo en el suelo.

De pronto recordó que habían caído barranco abajo, así que lo único que tenía que hacer era subir de largo y se encontraría nuevamente con la carretera, ¿cierto?

Cuándo estuvo a punto de dar su primer paso en busca de ayuda, oyó a Jungkook quejarse desde el lugar donde lo había recostado.

-Jungkook-sii, esté tranquilo, voy por ayuda – logró decir el muchacho quién se encontraba sollozando muerto del miedo.

Jungkook volvió a quejarse aún inconsciente.

Jimin no tuvo corazón para dejarlo ahí solo por lo que decidió llevarlo consigo. Con mucho esfuerzo y usando toda la fuerza que había dentro de él, Jimin arrastró a Jungkook barranco arriba teniendo cuidado de no herirlo aún más en el camino.

Jungkook era muy pesado para las pocas fuerzas del muchacho. A Jimin le tomó más de una hora encontrar nuevamente la carretera.

Casi desfalleciente por el esfuerzo de arrastrar a su esposo hasta la carretera, Jimin empezó a escanear el lugar en búsqueda de alguna señal que le indicara que un auto venía en camino. Pero nada. La carretera estaba ahora muy silenciosa.

Jimin empezó a orar silenciosamente por que alguien apareciera. Jungkook se veía muy mal y él estaba apunto de sufrir un ataque de nervios. Repentinamente una luz golpeó contra su rostro. Jimin no lo pensó dos veces para correr delante del auto y suplicar por ayuda.

-¡por favor ayúdeme! – el muchacho cayó de rodillas de lado del conductor del auto que paró unos metros más allá de donde se encontraba.

-¿qué sucede chico?, ¿estás bien? – interrogó el conductor

-Jungkook-ssi, necesita ayuda, tengo que llevarlo al hospital.... – continuaba llorando Jimin.

-¿quién?.... – el conductor salió de su auto y miró el cuerpo desfalleciente de Jungkook dejado a unos metros de distancia de donde estaba estacionado.

El Bello y la Bestia  (kookmin)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu