Victorie

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Las vacaciones de pascua  llegaron después del cumpleaños de Teddy, había sido una temporada cada vez más agotadora tenía que esforzarse si quería ser admitido en la academia de aurores. El ministro Kingsley Shacklebolt y Teddy tenían una buena relación, él se llevó muy bien con sus padres, a Remus lo conoció en el colegio y Tonks en el ministerio.

"Estoy al tanto de tus habilidades y tienes un lugar asegurado en la academia", había dicho el caballero, pero Teddy quería ganarse ese lugar, no solo usar la carta de sus apellidos. Así que había estado estudiando día y noche, además no pudieron ganar la última copa de las casas, habían quedado en segundo lugar justo detrás de Gryffindor.

Ahora el chico se encontraba en el sillón que había usado miles de veces, pero se sentía diferente, no sabía si era porque William Weasley lo miraba mientras se tocaba las cicatrices de su rostro o porque era su primera cita oficial con Victorie Weasley.

-¿Y cómo está el trabajo? -dijo Teddy después de un rato.
-Bien.
-Escuche que es muy bonito, ya-usted sabe -Teddy sonreía mientras Bill lo miraba como nunca antes.
-¿Qué nunca has ido al banco?
-Sí, bueno, yo creo que, voy al baño, ¿puedo? -Teddy se levantó y camino tropezando.

Tardo mucho más de lo que quería y solo fue ahí a sentarse en suelo. Se miró en el espejo, tenía un suéter café, unos pantalones rasgados y unos tenis negros, su cabello era azul, se reprendió, tal vez si su cabello hubiera sido café y no azul y si en definitiva se hubiera quitado los tatuajes del cuello y las manos, Bill no tendría la mirada asesina que tenía en ese momento.
Alguien tocó la puerta y Teddy casi grita.
-Querido, ¿estás bien? -Fleur estaba detrás de la puerta.
-Hola, sí, sí, yo estoy haciendo pipí -Teddy quería matarse ahí, en ese baño.
-De acuerdo.
Teddy abrió rápido la puerta.
-No sé por qué dije eso, perdón.
-¿Estás nervioso?
-Creo que Bill quiere matarme, creo que de verdad lo hará -dijo el chico en un susurro.
-Papá no va a matarte -dijo Dominique a un lado de él-. Solo te hará daño.
-¡Dominique! -dijo Fleur ordenando con los ojos que se fuera de ahí-. Tranquilo, está en su modo de papá celoso, pero no pasará nada, anda, Victorie ya casi está lista.
-Tardaste mucho en el baño -dijo Bill cuando volvió a sentarse-, ¿acaso estás enfermo del estómago?
-William, deja de tratar así a Teddy, lo vas a espantar. No lo hagas sentir más nervioso.
-¿Te estoy haciendo sentir nervioso?
-No señor, no.

Louis bajo las escaleras y al parecer no sabía que Teddy estaba en casa.
-Ahora entiendo por qué Victorie paso toda la tarde probandose ropa.
Teddy sintió que la cara se le ponía roja y su cabello verde.
-¿Qué significa el color verde? -dijo Bill.
-Que tengo que ir al baño -Teddy se ponía de pie de un salto.
-¿De verdad justo ahora? -dijo Victorie bajando las escaleras.
-Olvídalo. Te ves más bonita que de costumbre y creí que eso no era posible.
-Tú también te ves muy guapo.

Bill se aclaró la garganta y los chicos voltearon.

-Los quiero aquí a las nueve, ¿entendiste Lupin?
-Bill -Teddy miraba su reloj-. Señor, son las ocho treintena.
-Pueden cenar en la casa si quieren.
-¡Mamá! -dijo Victorie tomando del brazo a Teddy.
-No más de las diez, chicos -dijo Fleur depositando un beso en la frente de ambos.
Teddy se tropezó mientras Victorie lo jalaba y se tuvo que agarrar del sillón para no romperse los dientes.
-Estoy bien, estoy bien -cerró los ojos y su cabello se volvió café.

Irían a un lugar muggle y llegar con el cabello azul eléctrico sería inusual.

La cena fue estupenda, rieron, pasaron un gran rato y comieron pizza a montones mirándose fijamente de vez en cuando.
Teddy insistió mucho en llegar media hora antes, pasaron a tomar chocolate caliente mientras armaban un rompecabezas junto con los demás.
-¿Te quedas a dormir? -dijo Louis después de un rato.
-No puedo, tengo que llegar a terminar de limpiar, estamos comenzando a poner en orden la casa de mamá.
-Amigo, ¿sabes qué hora es? -Dominique lo miraba sosteniendo una pieza.
-No puede ser, me va a matar mi abuela -Teddy salió en dirección a la sala para despedirse de Bill y Fleur.
-Primero papá y ahora su abuela -dijo Victorie.
-Chicos, me tengo que ir -Teddy hizo un saludo extenso con Louis, le dió un beso en los cabellos a Dominique y se paro frente a la mayor-. Me la he pasado de maravilla, tal vez mañana podamos ir a cenar otra vez, o ver una película, lo que tú quieras.
Le dió un beso en la mejilla y La chica se lo regresó.
-Avísame apenas llegues.
-Me voy a aparecer, no pasará nada.
-Remus.
-Te avisó apenas llegué. Adiós.

El chico giro sobre sí mismo y apareció en la pequeña casa que era de su madre, en Londres.

-Querido, ¿cómo te fue? -dijo Andrómeda poniendo la mejilla para que su nieto le plantara un beso.
-Bill quería matarme, le dije a Fleur qué estaba haciendo pipí y con Vic todo perfecto, me dió tiempo hasta de armar un rompecabezas.
-Suena interesante -dijo la castaña.
-Veo que avanzaste mucho, ¿lo hiciste con magia?
-Te dije que sería más fácil de lo que parecía. Ahora, ¿puedes ir a la casa por unas cobijas?

Teddy estaba encantado, podía aprovechar a hablar con sus padres. Giro sobre sí mismo y apareció en la casa de sus abuelos.

Golpeó el collar con su varita y unos momentos más tarde sus padres estaban de pie frente a él.

-Hola guapos, adivinen quién está regresando de su primera cita con la chica más hermosa e inteligente de todo el mundo.
-¿Me repites la pregunta? -dijo Tonks.
-Muy graciosa mamá- dijo el chico apuntando a su padre-. Recordé que mencionaste ese lugar que les gustaba a ti y a mamá, aún sigue existiendo y a Vic le ha encantado.
-Me da mucho gusto, te ves realmente contento.
-Lo estoy -dijo Teddy, saco su teléfono y le mando un mensaje corto a la chica.
-Cuentanos, vamos.

Teddy les contó la noche a detalle, incluso los ingredientes de la pizza.

-Suena a una muy buena noche -dijo Remus.
-Pero qué se cree Bill, asustar a mi bebé, Victorie no encontrará mejor chico que tú.
-Gracias mamá. Estoy emocionado, ella me ha ayudado mucho con lo que sigue, he decidido convertirme en auror, me esforzaré tanto para lograr que las regulaciones para los hombres lobo cambien y mamá, pondré tu nombre en alto.
-Lo haces desde el día en el que naciste, mi muchacho hermoso.

Tuvieron la plática más corta desde que había encontrado la piedra, no podía tardar tanto, pero prometió que los vería en Navidad. Teddy regresó a casa y paso la noche pensando cómo le diría a sus padres que conservaría la piedra...

Luna de Colores: ERLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora