Hombres lobo p1

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Su abuela y Teddy se encontraban en el andén listos para el tercer año de Teddy, Harry no pudo acompañarlos porque las misiones como auror se ponían cada vez más complicadas, pero la noche anterior ceno en casa de él y Ginny, ahora era una especie de tradición.
Éste año se Victorie entraría a Hogwarts, algo que a Teddy le hacía mucha emoción, al llegar a las puertas del expreso vio muchas cabezas pelirrojas aglomeradas en un punto.
-Hola, Victorie, ¿ya estás lista?
-Sí, ya me despedí de todos, te estaba esperando para subir al tren.
El cabello de Teddy pasaba de un azul oscuro a un azul chillante que se podía ver a kilómetros.
-Teddy -dijo Bill acercándose rápidamente hacía el metamorfomago- cuidala mucho y diviértanse.
Teddy asintió energéticamente y vio como Fleur detrás de Bill le guiñaba el ojo.
Él no entendió a qué se debía eso. Ya en el tren se encontraron con David, Teddy hizo las respectivas presentaciones y enseguida comenzaron a hablar sobre lo que habían hecho en las vacaciones, Victorie se había acoplado tanto a la conversación que parecía que los tres se conocían de toda la vida.
-Ire a buscar a la señora del carrito, me he quedado con hambre -dijo David saliendo con los demás chicos que compartían el vagón.
-¿Estás emocionada?
-Mucho. Cuéntame más, quiero saberlo todo.
-Te lo he dicho todo, no tienes de qué preocuparte voy a estar ahí.
-¿Y si estamos en casas diferentes?
-Eso no importa, nos veremos en las comidas y también en los ratos libres.
-¿Y los fines de semana?
-Te ayudaré con los deberes.

Victorie y Teddy siempre se llevaron bien, Teddy la protegía cuando jugaban y en el fondo todos esperaban que saliera algo de esa relación, aunque sus respectivas abuelas creían que estaban muy chicos para pensar en eso.

Victorie para sorpresa de todos fue la primera Weasley en no ser Gryffindor, el sombrero no lo dudo tanto y fue mandada a Ravenclaw. Al día siguiente de la selección Teddy recibió correspondencia, aunque los teléfonos ya eran permitidos en Hogwarts para aquellos que sabían usarlos, algunas costumbres seguían presentes.
-Es de mi padrino -dijo Teddy mirando a David y Victorie.
-¿Tu padrino que también es tu tío?
-No, solo a veces le digo tío de cariño.
-Ya, ¿y qué dice?
-¿Paso algo? -dijo Fleur mientras tomaba un bocado de cereal.

Los ojos de Teddy quedaron como platos y una sonrisa se dibujaba en su cara.

Querido Teddy.

Tu tía quería que yo te marcará, quería ver tu sorpresa cuando te dé la noticia, pero sé que será la misma que cuando hablemos personalmente en cuanto regreses a la casa. Por cierto, es por esto que no pude acompañarte a la estación, quería que todo estuviera listo. Tu tía cree que estoy dándole muchas vueltas al asunto así que ahí va:

LOS HOMBRESLOBO YA PUEDEN TRABAJAR.

Todavía hay que afinar unos detalles y todos deberán de tomar algunas precauciones, pero esto es un gran pasó. Tu padre era un gran hombre  y esto significa mucho para su memoria. Siéntete orgulloso de tus padres y te mandamos muchos besos.

PD: Es muy probable que recibas muchas cartas dándote felicitaciones. 

H.J POTTER

Teddy sabía lo que significaba y notó como un nudo se creaba en su garganta, tenía que correr a decírselo a sus padres.

-¿Todo bien, Teddy? -preguntó David al ver la emoción en la cara de su amigo.

-Los hombres lobo ya pueden trabajar -Teddy se paro encima de la mesa y grito para todo el comedor-. LOS HOMBRESLOBO YA PUEDEN TRABAJAR.

Victorie y David se levantaron y gritaron con él una vez más.  -LOS HOMBRE LOBO YA PUEDEN TRABAJAR.

Teddy sonreía, las cartas comenzaron a llegar. Los remitentes eran personas que incluso no conocía, pero eso no importaba, solo quería salir de ahí tomar la piedra y contarles a sus padres.  Bajaron de la mesa y Teddy con mucha prisa tomo todas las cartas.

-Quiero leer esto, en privado. Los veo luego.

-Teddy, no puedes -grito David sosteniendo la tunica del metamorfomago-. 

-Las clases comienzan en unos minutos, Teddy. 

Teddy sabia que tenian razón, la idea de saltarse una clase pasó por su cabeza, pero serían a lo mucho dos horas y no quería que sus padres supieran que salto algunas horas, así que guardo toda la correspondencia en su túnica y se dirigió a regañadientes a su siguiente clase.

Teddy era bueno en muchas clases, pero era el mejor de todo el colegio en una en especial, Transformaciones, claro que no era muy justo ya que el cómo metamorfomago podía cambiar su aspecto a conciencia. Cuando las clases terminaron la directora Mcgonagall lo esperaba en la puerta de su salón.
-

Señor Lupin, ¿puedo hablar con usted?
-Directora, buenas noches, claro.
-Ya me he enterado de la noticia, pero no había podido venir, muchas felicidades.
-Para papá hubiera significado mucho, sé que mamá hubiera estado encantada.
-Tu madre hubiera hecho exactamente lo que hiciste tú en el comedor, Teddy.

Juntos fueron al gran comedor para la cena, Victorie lo saludaba desde lejos, ya comenzaba a hacer amigos y eso le gustaba a Teddy, fue y se sentó a un lado de David.
-Hey, ¿te regaño por pararnos en la mesa?
-No, tranquilo, era para felicitarme.
-Teddy, eres mi mejor amigo y no te he felicitado, aunque todavía no entiendo todo esto, sé que significa mucho para ti.
-Gracias, David. Ahora vamos a comer unas cuantas tartas de calabaza.

La cena transcurrió de manera increíblemente deliciosa,  pero Teddy no podía aguantar las ganas de salir corriendo para ver a sus padres y había estado esquivando los retratos de sus padres porque se conocía y sabía que no podría aguantar las ganas de contarles las cosas.
Cuando la cena termino y todos volvían perezosamente a sus dormitorios Teddy le dijo a David que se perdería un rato a leer las cartas, David entendió y se perdió entre la multitud.
Teddy apenas pudo dar la vuelta y corrió tan rápido como pudo hacía el bosque, había aprendido un hechizo para esconder la piedra en un árbol del montón.
Tomó la piedra entre sus manos, no había recuperado del todo el aire por el esfuerzo de la carrera.
-Ma-mamá, Papá, pa-papás, hola, ¿cómo están? -Teddy jadeaba mientras se sostenía agarrándose las rodillas-. Yo, necesito un momento, corrí hasta aquí.
-¿Pasó algo? -dijeron al unisono.
-Yo, tengo una, una muy buena noticia. Adivinen.
-¿Eres el mejor en clase de transformación?
-Sí, mamá, pero no es eso, tengo buenas calificaciones en todas las asignaturas.
-¿Eres el mejor en más de una, hijo?
-Sí papá, Mcgonagall dice que seré prefecto lo antes posible, pero tampoco eso.
-Querido, ya dinos, creo que no adivinaremos.
Teddy se sentó en el suelo y miro a sus padres.
-Se van a morir con la noticia.
Los tres se echaron a reír y Remus le hizo un ademán para que continuará.


Luna de Colores: ERLWhere stories live. Discover now