Desacuerdos

264 26 4
                                    

Diciembre 2013

Teddy había pasado mucho tiempo en la sala de menesteres, sus poderes tenían ocho meses sin aparecer, su magia y sus demás habilidades no se habían visto afectadas, pero eso no era de mucha ayuda. Evitaba a toda costa pasar por el pasillo donde estaban los retratos de sus padres, se había alejado un poco de todo y de todos.
Harry y Andrómeda se veían un tanto preocupados, pero confiaban con que solo sería una prueba más, no había mucho que hacer más que darle tiempo.
Teddy no había visto a sus padres desde casi un año, no sabía porqué exactamente, pero no quería que lo vieran de esa forma.
¿Y si pensaban que él escondía sus rasgos originales porque sí?
¿Y si le pedían que ya no volviera a usar la piedra?
Miro el collar que traía en cuello, un pequeño anillo que apenas y le quedaba en el dedo meñique estaba colgado de él, era el anillo de su madre, era muy sencillo al igual que el de su padre, ese sí lo llevaba en la mano derecha, justo en el dedo anular; ambos eran de oro, al parecer los hombres lobo no pueden tocar la plata, incluso en su forma humana.

Tenía mucho tiempo para pensar entre sus rondines de prefecto y sus escapadas a la sala de menesteres, pero sus pensamientos no siempre llegaban a cosas buenas. Había estado pensando en lo que pasaría cuando saliera de la escuela, cómo volvería a ver a sus padres, se mentía diciendo que en algún momento estaría listo para dejar de verlos, pero justo en ese momento, cuando se encontraba tirado en suelo sosteniendo el anillo, pensó que podría hacer algo, podría adaptar la pequeña gran piedra al anillo, hacerlo como un atrapasueños para que esté segura y nadie hiciera preguntas.

En ese momento sintió que era una buena idea, la mejor que había tenido y comenzaría a hacerlo de inmediato. Las ganas salieron de lo profundo de su ser, como si hubieran estado esperando el momento justo para salir, se levantó de una marometa que hizo que su pie sonara de manera anormal.

-Vamos a hacerlo, Lupin -dijo para sí.

Era momento de ir a ver a sus padres. Le tomo veinte minutos llegar, pues unos chicos de tercero estaban muy románticos en la oscuridad de unas escaleras.

Nunca había tratado de aparecer a uno solo de sus padres, pero en ese momento sintió que necesitaba ver a su mamá primero. Tomo la piedra, concentrándose y pudo escuchar los débiles pasos.

-Mamá...
-Cariño, tú... -Tonks estaba frente a él con una sonrisa- desde que naciste dije que eras idéntico a Remus, ¿dónde está? ¿por qué no ha venido?
-Mamá, no tengo mis poderes. No es que yo quiera verme así, es que no puedo cambiar nada.
-¿Qué te ocurrió? -Tonks se llevó las manos a la boca.
-Una bludger me pego en la cabeza y desde hace ocho meses no puedo cambiar nada, ¡ni un solo cabello!
-Eso es normal -Tonks trataba de sonar tranquila, pero su mirada era de verdadera preocupación- yo pasé por lo mismo.
-Sí, sí, lo sé. También me enteré que papá intentó abandonarnos cuando estabas embarazada de mí. ¿Cómo pudo hacerlo?
-Edward, a Remus lo trataron como un mounstro toda su vida, la sociedad le repitió tantas veces que no valía la pena que el muy tonto se lo tomó en serio, cuando tu padre se sentía feliz y normal cada uno de esas palabras resonaba en su cabeza y sentía que no lo merecía, pensó que tú nacerías con la misma condición que él y que te había condenado a pasar por todas las injusticias que él tuvo que pasar.
-Suena a qué lo justificas -Teddy hablo sin pensar y se arrepintió apenas las palabras salieron-. Lo siento.
-Por supuesto que no lo hago, cuando él regresó no fue algo bonito, no le preparé una taza de chocolate y lo llene de besos para hacer que nada pasó.
-Estoy tratando de entenderlo mamá, de verdad, es solo que no puedo imaginar a mi papá haciendo eso -Teddy había comenzado a pensar en su padre tanto que lo hizo aparecer inconscientemente.
-El miedo hace que las personas hagamos cosas terribles -dijo Remus detrás de él-. No puedes imaginar cómo me arrepiento de hacer eso y muchas cosas más. Edward, tienes que creerme cuando te digo que no hubo nada en esa vida ni en esta que me importe más que tú y tu madre.
-No te imaginas a tu padre haciendo eso porque nunca lo haría -Tonks lo miraba acomodandose el cabello-. Él ha sido uno de los padres más amorosos que he conocido y ambos te amamos.

Luna de Colores: ERLWhere stories live. Discover now