✧ 𝖶𝗁𝖾𝗅𝗏𝖾 ❚ kevedd. [✓] ((Fictober 2020))

「 O5 」(+13)

BESTIA ENJAULADA.

violencia ㅡ insultos ㅡ lenguaje fuerte.
「Sálvame si me convierto en mis demonios」

October ㅡ O5 ㅡ 2O2O。
19:16 PM。

My Demons ㅡ Starset。

ㅡ ¡Vete a la mierda, maldito bastardo! ㅡgritó con todas sus fuerzas, no notando lo que estaba a punto de hacer.

Los doctores lo sometieron hasta dejarlo en el suelo y le inyectaron un tranquilizante para poder moverlo nuevamente a su habitación.

Ésta era la quinta vez que Kevin atacaba a uno de los psiquiatras que querían ayudarle.

Para ponerlos en contexto, desde que Kevin nació ha sentido atracción por cosas que los niños de su edad no deberían. Le atraía el fuego en demasía, las navajas y cuchillos le agradaban más que otra cosa, y se la pasaba en la calle la mayoría del tiempo.

Sus padres no eran necesariamente los mejores, y luego de unos años dejaron de interesarse en su hijo. Una noche, cuando cuatro ladrones entraron a la casa, sometieron a la familia entera y asesinaron a los padres de Kevin frente a sus ojos.

Él y su padre habían sobrevivido, pues la policía llegó antes de que pudieran hacerle algo a él y algo más a su padre, aunque desafortunadamente éste acabó muerto antes de llegar, siquiera, al hospital.

Desde entonces el pelirrojo se ha estado convirtiendo en una persona que vivía en lugares inhospitables, que estaba sufriendo de transtornos que no sabía controlar ni él mismo, y otras cosas de las que no hablaremos.

Y sí, aunque no lo crean, tiene sólo veintidós años.

ㅡ ¡Quédate ahí hasta que encontremos a alguien más, maldito malnacido! ㅡgritó uno de los guardias de seguridad del lugar.

Reprimido y cansado, Kevin se recuesta sobre la pared y lleva sus rodillas a su rostro, acunándose a sí mismo entre sus brazos.

「✨」

Del otro lado de la gran puerta se encontraba Edd... mejor dicho, doctor Eddward Marion, psicólogo y psiquiatra autorizado por una de las mejores escuelas de su país. Con un suspiro se adentra al hospital, tiene unos diferentes casos de pacientes que fueron abruptamente quitados de su realidad y que poco a poco se han atrevido a volver a ser quiénes eran.

Guardando secretos, contando anecdotas y sintiéndose protegido con sus pacientes a manos sueltas. Una vez dentro, le revisaron de pies a cabeza y luego le dejaron pasar.

ㅡ ¡Doctor Eddward! ㅡanunció el Director de la institución, mientras se acercaba para darle un cálido apretón de manosㅡ Qué suerte que ha podido llegar antes.