Capítulo 1 - Un curioso encuentro

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El hotel estaba ubicado en medio de un campo de cesped perfectamente cortado. Incluso a unos pocos metros del inicio de las escaleras del hotel, se encontraba una preciosa fuente con dos sensuales sirenas.

Todo el lugar estaba rodeado por un cuadrilátero de árboles frondosos y altos que parecían sacados de una película romántica. Ahora, en cuanto al hotel, parecía más una mansión de lindos acabados de la época actual, pues carecía del estilo barroco que tenian la mayoría de mansiones y castillos de epocas antiguas.

¿Cuánto dinero tenia él tal Jackson Wang y porqué lo estaba desperdiciando en un grupo de solteros llorones y desolados?

Cuándo se bajó del taxi, esté continúo su trayecto y giró en la rotonda para regresar por el sendero del bosque, aquel que guiaba a los huéspedes a la mansión alejada de la ciudad del Señor Wang.

Seokjin apretó los labios sintiéndose nervioso y con ganas de regresar a su apartamento en la localidad Awake. Rodeó con sus dedos de la mano derecha el aza de pasta de su maleta de rueditas color azul y empezó a recorrer el sendero.

La mochila a sus espaldas pesaba bastante y el sol despiadado lo había obligado a colocarse su sombrero ancho y color azul, aquel del que Ken se avergonzaba tantas veces y terminaba ordenandole que lo guardara.

Bueno, pues a el le gustaba su sombrero por más estúpido que fuera para los demás. Así que si iba a olvidar a Ken, también olvidaría sus hirientes palabras sobre su gorrito. Además planeaba comprar un nuevo diseño de su sábana de alpacas, porqué lastimosamente había lanzado a la basura la protagonista de la infelidad de Ken.

Al pasar por la fuente de las sirenas, se inclinó viendo su reflejo en el agua ondulante y sonrió divertido, hasta que…

— ¡Cuidado!

Seokjin se giró solo para ver que un hombre estaba aferrado firmemente a su maleta y que estaba ubicado sobre ella. Sin embargo, eso no era todo pues la maleta avanzaba con velocidad por el sendero.

Seokjin no fué lo suficientemente rápido para apartarse y él sujeto tampoco lo fué al avisarle del inminente choque.

Seokjin retrocedió, la maleta se golpeó con la suya y él sujeto salió volando, impactando sobre él y entonces ambos cayeron a la fuente. El agua helada se impregnó de inmediato en la ropa de Seokjin, aquella que habia seleccionado cuidadosamente para empezar su primer día de olvidar a tú maldito ex esposo.

El impacto del frío en sus oídos y en su rostro lo dejó estupefacto por unos segundos, incluso sintió el dolor de sus gluteos al impactar las baldosas de la fuente tan abruptamente.

Entonces sintió unas manos fuertes rodear su cintura y después de ser impulsado hacía arriba, jadeo ahogado cuando sintió el oxígeno llenar sus pulmones.

Frotó sus dedos en sus ojos y tembló, parpadeando con dificultad y ardor en sus ojos para enfocar su alrededor.

Hablando del primer día perfecto

— ¿Se encuentra bien?— Preguntó una voz ronca pero él no podía ver nada porqué el alrededor de su gorro estaba empapado sobre sus ojos, impidiéndole ver su alrededor.

Escuchó una risita pequeña y al girarse hacía dónde escuchó aquel lindo sonido, notó unos dedos sujetando el borde de su gorro y curvandolo hacía arriba.

Sus manos aún apretaban su cintura y cuándo Seokjin salió de su estupefacción y analizó el sujetó frente a él…

Santa madre

Su cabello color plata estaba pegado a su frente y de las puntas descendian pequeños ríos de agua, mismos que recorrían sus pomulos altos hasta sus labios regordetes.

Hotel para Divorciados - NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora