10. Je Suis Prest

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Paré la funda del sable justo a tiempo para dar un contraataque. Di un tajo sobre el costado de Oshida, el cual ella esquivó gracialmente y luego lanzó otro golpe hacia mi cabeza.

Avancé sobre el fango y lancé unos cortes contra la chica rubia frente a mí. Ella usó la funda para protegerse, primero a la izquierda y después sobre su cabeza. En el último logró que la hoja resbalara sobre la superficie, lo que le dio tiempo para usar un ataque en mi espalda, que evadí por mera suerte en el último momento.

Volví a erigir mi postura y agarré el sable con las dos manos. Se sentía un poco incómodo considerandola decoración del mismo, pero debía emplear un poco de fuerza en los siguientes ataques si quería hacerla tambalear un poco.

Oshida era rápida, sin duda su tiempo de reacción en un combate cuerpo a cuerpo era algo de temer, incluso Mikaela aceptaba que solo le ganaba por muy poco. No obstante, me había acostumbrado a su forma de moverse durante las últimas semanas, no iba a dejar que me diera un golpe en el rostro como lo hizo unos días atrás con un pan francés ahora que estaba usando la funda.

Mara, por el contrario de la jóven, no dejaba nada al azar en el combate. Si había podido al menos bloquear uno de sus ataques aquella vez en Detroit fue por los reflejos que había adquirido por mi entrenamiento con Shiho Nishizumi. Avellaneda era tenaz y fiera, su uso de la espada era diestro y rápido, su sable prusiano la ayudaba a ello y el largo alcance del mismo, junto a la habilidad de su usuaria, fueron bastante problemáticos durante nuestro encuentro en la estación. De no haber sido por la granada cegadora de Maho los dos hubieramos terminado muertos ese día por su hoja.

Corrí hacia ella en cuanto pude y lancé un mandoble hacia su cuello. Ella colocó su mano derecha sobre la zona superior de la vaina al mismo tiempo que la sostenía en la parte inferior. Absorbió el golpe y lo repelió, haciéndome retirar otra vez.

Sin embargo, sus piernas habían perdido un poco de resistencia debido a mi maniobra. Debía ahora ejercer presión sobre su centro.

Tomé el sable en la mano derecha y volví a cargar sobre la chica. Di un tajo hacia su estómago, el cual bloqueó en el momento, moviendo su pie dominante hacia atrás. Volví a repetir la acción, esta vez desde arriba, siendo otra vez bloqueado por la chica. Así continúe dando mis ataques contra ella.

Para haber perdido fuerza en su zona inferior, Oshida aún era demasiado rápdia y su tiempo de reacción a duras penas se había visto afectado. Eso sí, en unos pocos segundos sus piernas se darían al cansancio y caería, ello lo sabía muy bien.

Para evitar esto, llevó la vaina hacia su cintura, como si la hubiese enfundado casi al mismo tiempo que me disponía a dar el último corte para alcanzar su cuello. No sabía lo que planeaba, pero sabía que no podía ser nada bueno.

Entonces, ella desenvainó nuevamente su arma casi en el último momento. Mi cuerpo pareció reconocer esta técnica al instante, que cuando la espada fue repelida por la punta de la funda llevé mi cabeza al suelo, logrando que su tajo hacia mi cuello pasara en el aire. Luego observé como su pie se dirigió hacia mi rostro, logrando que erigiera nuevamente con rapidez e hiciera resbalar el tajo que ahora se dirigía hacia mi cráneo.

Oshida buscó hacer presión, pero fue en vano. Di una vuelta en el estoque que llevó hacia mi estómago y rápidamente golpeé el arma bajo esta, haciéndo que la levantara para luego mandar un tajo sobre su cuello y detenerme a unos escasos centimetros de este.

La joven observó sorprendida hacia lo último que había sucedido y alzó sus manos en señal de rendición para luego soltar la vaina sobre el fango.

Serie Fanfic Girls Und Panzer #3 - Jauría de Lobos y LeonesWhere stories live. Discover now