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Aviento mi maleta en la cama de abajo. La cabaña donde nos quedaremos está acondicionada con 2 literas y un cuarto de baño. Es algo pequeña para mí gusto, pero servirá para dormir.

—Tú duermes abajo —dice Dastan sin ánimos de pelear.

—Da igual. Solo espero que tu cama no me caiga encima.

—Chistosito —dice entrecerrando los ojos.

Las 20 cabañas de madera hacen que parezca más un pueblo fantasma que un campamento; me agrada. Se supone que el campamento es únicamente para varones, pero a 15 metros al sur se encuentran otras 20 cabañas que son para chicas. Sin embargo, ahora mismo esa zona se encuentra desierta.

Me siento en la cama (que está un poco aguada) y critico el lugar donde estaremos por casi un mes. No está tan mal. La madera desprende un olor que me relaja así que cierro los ojos y dejo que me sede el agradable aroma. La agradabilidad se termina cuando dos chicos entran arrastrando sus maletas.

«Genial, ahora no solo tendré que soportar a Dastan, sino que también a estos dos».

—Genial, agarraron las mejores —murmura el tipo alto de pelo rizado.

—Cállate Trevor —le espeta el chico de pelo castaño. Debe tener unos 14 años. Su cabello rizado lo hace ver como un árbol pequeño.

—¿En serio esta es la mejor litera? —pregunta Dastan con su usual tono de sarcasmo.

—Es que esta está cerca de la ventana. Es muy incómodo que el frío te pegue en la cara —arroja su equipaje en la cama de abajo y se vuelve a nosotros—: Por cierto, soy Trevor. Y él es mi hermano Jersey.

—Dastan.

—Noah —digo con voz apenas perceptible.

—¿Son hermanos? —pregunta Jersey.

—Primos —responde Dastan.

—Un gusto conocerlos —digo tratando de que mi voz no suene tan seca. No me sale bien presentarme en presencia de Dastan.

Afuera el frío cala más. No sé por qué decidimos venir (si la temperatura baja más, lo más interesante que podríamos hacer en este campamento sería dormir).

Deambulo por las cabañas que se van llenando de chicos. Intento bajar la cabeza, no quiero empezar a despreciarme. Estoy de vacaciones.

Vuelvo a mi cabaña. Donde Dastan ignora a los hermanos de cabello rizado. La verdad, no sé cómo es posible que Dastan tenga amigos si es casi tan antipático como yo.

El sonido de una trompeta irrumpe en el espacio.

—Significa que nos quieren afuera —nos avisa Trevor.

Salimos y efectivamente, en el centro del conjunto de cabañas nos espera un hombre barbón y sus acompañantes, 3 mujeres y 4 hombres. Empiezan dando la bienvenida y ese tipo de cosas. Me olvido de que estoy tratando de ser positivo y empiezo a mirar alrededor. Se me cae el alma a los pies cuando veo que mi estatura es bastante inferior comparada con la de la mayoría de los muchachos. Seguro que ninguno debe sobrepasar los 18 años, pero me hace sentir bastante mal tener la misma altura que Jersey, que se ve bajito comparado con Trevor. Así me he de ver al lado de Dastan (y al lado de la mayoría de los muchachos). Sin embargo, Jersey aún tiene chance de crecer mientras que yo necesito un milagro.

Los adultos explican que haremos un sinfín de actividades. No pongo mucha atención, pues mis pensamientos negativos me abruman. Me vuelvo a conectar cuando hablan sobre el tiro con arco. Decido que esa será mi actividad principal con la que me distraeré.

IMPOSSIBLE LOVEWhere stories live. Discover now