Boy In Luv ^Jikook [ADAP.]

Epílogo

~♡~

Estaba muy cansado como para abrir sus ojos, pero el sonido de la risa de su madre y de Minguk lo hizo contagiarse de esa alegría e intentó abrir sus ojos.

Se alarmó de inmediato cuando se vio de nuevo en una cama de hospital.

Su madre se percató de ello al igual que Jennie y la sonrisa de ambas se expandió.

— ¡Jimin! — Se levantaron y caminaron hacia el azabache — ¡Mira! ¡Papi ¡Despertó! — su madre le acercó a Minguk y este extendió sus brazos hacía él.

Jimin se sintió tranquilo al verlo bien. Sonriendo.

Luego volvió a estar intranquilo cuando no vio a Jungkook con ellas ahí, teniendo como último recuerdo de él gritos y llanto de dolor.

— ¿Y Jungkook? ¿A donde está? ¿Está bien? — preguntó tratando de levantarse de la cama, pero Jennie lo detuvo.

— Cálmate Jimin, no hagas mucho esfuerzo — tomó sus hombros — él está bien. Ambos salieron bien en la operación

Jimin frunció su ceño:— ¿Cual operación?

— Bueno — su madre se sentó al borde de su cama con Minguk en su regazo — con suerte, fue el riñón lo que el cuchillo alcanzó y no algo más serio, pudiste haber vivido bien con uno, pero... tú naciste con un solo riñón.

Jimin alzó sus cejas sorprendido por la noticia y antes de que pudiese hablar su madre lo interrumpió.

— Yo me iba a ofrecer para la operación, pero Jungkook se postuló antes e insistía con eso asique... Dejé que te donara su riñón.

El azabache mordió sus labios con fuerza, su madre limpió sus mejillas.

— ¿A donde está Jungkook? Quiero verlo.

Jennie miró el reloj colgado sobre la puerta.

— No debe demorar en venir.

Y como si lo hubiesen invocado, unos suaves golpes a la puerta luego de que esta se abriera dejaron ver al castaño, muy desarreglado, su nariz roja de tanto llorar y unas flores en sus manos.

Su aura de tristeza cambió cuando vió a Jimin sentado sobre su cama. Sus ojos tomaron el brillo que había perdido y en su rostro se instaló una hermosa sonrisa.

Corrió a su lado y lo abrazó con fuerza

— Mochi— comenzó a sollozar — Estás aquí. Te extrañé mucho.

Jimin lo sujetó con la poca fuerza que tenía para hacerlo meter a la cama junto a él mientras besaba su cabeza

— Te amo Jungkook, no sabes cuanto — Lo apretó entre sus brazos — Gracias mi amor, de verdad te lo agradezco.