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Observó las cámaras de seguridad.

Si tan solo pudiera revisar las grabaciones y averiguar así de fácil quién dejaba las cartas.

Pero esto era la vida real y no podía hacer eso... no es que ya lo haya intentado, claro.

Tendría que averiguarlo por si sola.

Algo se le había ocurrido mientras pensaba en qué hacer ahora.

Esa persona le dejaba una carta en su casillero todos los días, lo que significaba que pasaba por ese pasillo (si no es que tiene un casillero cerca de ella) todos los días.

Algunos de los que tienen un casillero en el mismo pasillo habrán tenido que ver a esa persona al menos una vez, ¿no?

Es decir, lleva recibiendo las cartas más de un mes, alguien debió ver visto algo...

Le preguntó a tres chicos que tenían un casillero frente a ella, solo uno de ellos le respondió con amabilidad, los demás se burlaron de ella por lo que sucedió hace unos días en la cafetería con Sunset.

Era como si ella fuese la única que recibía las burlas de Sunset mientras que los demás también lo hacían pero no eran importantes.

Decidió preguntarle a una chica que tenía su casillero a unos cuantos de ella en el lado izquierdo. (Hay que ser específicos)

— Hola Trixie, ¿te interrumpo? —Preguntó con una sonrisa amable. Claro que ella no podía verla, tenía la cabeza en su casillero.

— Ahora no doy autógrafos. —Respondió soltando unos quejidos. Estaba intentando sacar algo.

— No, yo no quiero... Oh, ¿quieres que te ayude?

— No se dice, se hace...

Dicho eso, Fluttershy se apresuró a tomar de la cintura a la albina y ejercer fuerza junto a ella para sacar lo que sea que estuviese en su casillero. Luego de unos segundos lo lograron, terminando con Fluttershy en el suelo.

— ¿Qué es eso? —Interrogó la de cabello rosado levantándose.

— ¿Eres ciega? Es una silla dobladiza, es para mi acto de magia de mañana en la tarde. —Contestó sin voltear a verla.

— ¿Dobladiza? —Susurró para si misma.

— Cómo sea, ¿y tú qué quieres? —Cuestionó girando a verla, abriendo los ojo al ver quién era.

— Cierto... Yo solo quería hacerte unas preguntas, si no te molesta claro.

— ¿Eres... Fluttershy? —Preguntó con la ceja alzada. La nombrada asintió extrañada. — ¿Qué no tenías el cabello largo?

— Eh, sí... ¿por?

— Por nada. Es solo que... te ves linda así. —Dijo embobada.

Eso la avergonzó, no era la primera vez que recibía comentarios así, sobretodo de sus amigas.

— Gracias, Trixie. Entonces... ¿si puedo hacerte unas preguntas?

— Las que quieras, linda.

Ignoró eso.

— Bueno, eh, ¿de causalidad no habrás visto alguna vez a una persona dejando algo en mi casillero?

— ¿¡Tienes tu casillero cerca de mí!? ¿cómo no me di cuenta? —Preguntó para si misma. — Ahora podré verte todos los días.

De nuevo, IGNORÓ eso.

— Eso quiere decir que no haz visto nada, ¿verdad?

Trixie estaba por responder pero unas voces cerca de ellas la interrumpieron.

— ¿Quién demonios iría a un patético show de magia? Desde que te enteras quién lo hará sabes que será un total fracaso.

— ¡Es cierto! —Concordó una voz molesta.

Fluttershy apretó las manos. No podía ser que tuviese la mala suerte de toparse con ella todo el tiempo.

— ¿¡DISCULPA!? ¿¡A qué llamas patético show de magia!? —Trixie se le acercó furiosa.

— Pues al que tú darás mañana, por supuesto. Esperemos que vayan más de cinco personas ésta vez. —Dijo con una sonrisa burlona.

Sus dos secuaces rieron, los cuales estaban detrás de ella.

— ¡Fueron más de cinco personas las que fueron! ¡nadie se perdería un show de magia de la gran y poderosa Trixie!

— Parece que tu memoria te falla, no solo crees que eres genial si no que también crees que a alguien le importan los trucos mediocres que haces.

— ¿¡MEDIOCRES!? ¡Mis trucos de magia son todo menos mediocres! ¡no deberías hablar si siquiera sabes hacer un simple truco de fiesta!

— Si supiera apuesto que irían más personas de las que van a tus show. —Snip le entregó uno de los pósters promocionales de Trixie para el show. — Así que te haré un favor. —Rompió el póster en dos pedazos.

— ¿¡QUÉ HACES!? —Le arrebató los pedazos del poster con furia.

— Me lo agradecerás después. —Respondió indiferente al asunto. Volteó encontrándose con Fluttershy, quién la veía fijamente. — ¿¡Y TÚ QUÉ VES, ESTÚPIDA!?

Ella apartó la vista con miedo.

Snip y Snails rieron ante esto. Junto a Sunset se marcharon del pasillo.

Mientras ellos se iban, Fluttershy comprobaba que no solo a ella le hacía la vida imposible.

Cartas ➸ Fluttershy.Where stories live. Discover now