VII

5.5K 526 57
                                    

___________________________________________________

Diciembre

Ya había pasado una semana de la muerte del señor Blythe y Gilbert no volvía a la escuela. Sonia lo entendía perfectamente, entendía que el chico necesitaba su espacio y todo, pero no solo había desaparecido de la escuela, sino que también había desaparecido de su vida. Los días posteriores al funeral Sonia prácticamente no se habla despegado del chico, lo acompañaba en todo lo que podía, pero un día éste le dijo que tenía que seguir con el duelo por su cuenta y que necesitaba poder vivir sin tener a alguien que lo sostenga constantemente y ahí fue cuando Gilbert desapareció.

Sonia se sentía muy extraña al no pasar tanto tiempo con él, era raro, no se acostumbraba, pero entendía a la perfección que había cosas que las tenía que afrontar por su cuenta. En cuanto a su vida sin Gilbert ella volvió al ballet después de estar toda una semana sin asistir. Cuando toco el edificio siento una tensión extraña, pero decidió pasarla desapercibida, hasta el primer descanso.

- ¿Todo bien? - le preguntó Hazel un tanto despectivo.

-Em... si, ¿por? - Sonia no entendía el porqué del tono de voz de su compañero.

- ¿En serio no te acuerdas? - le preguntó Hazel realmente sorprendido por la actitud de la joven.

- ¿Acordarme de qué? - pregunto confundida. Pero antes de que Hazel pudiera hablar la profesora habló.

- ¡A sus posiciones! - todos los presentes obedecieron al pedido de la institutriz y empezaron a bailar.

________________________________________________________________________________

Gilbert se encontraba descargando un barco en el puerto de Charlottetown, había conseguido ese trabajo gracias a la conversación que tuvo con la señora Cuthbert. Él era joven y tenía múltiples sueños que quería hacer realidad y la muerte de su padre le hizo darse cuenta de que el tiempo es oro y que se podía acabar en cualquier momento. Ya llevaba horas de trabajo cuando el capataz se le acercó con una sonrisa ferviente.

-Joven Blythe. - lo llamó su jefe cuando ya estaba frente a el chico. - ¿Tú me habías dicho que querías subir a barco verdad?

Eso era cierto, cuando apenas había conseguido ese trabajo le dijo a su jefe que le avisara cuando podía haber un puesto disponible dentro de la tripulación.

-Si, señor. - le contestó un poco confundido, no creía que un puesto se hubiera abierto tan pronto.

-Uno de los chicos, de las cabinas de carbón, renunció esta mañana. - la cara de Gilbert se había iluminado, era increíble, iba a cumplir su sueño. - ¿Quieres el puesto?

- ¡Claro, señor! - dijo Gilbert con una gran sonrisa.

-Perfecto, te quiero aquí a las 18. - le dijo el capataz.

- ¿Cómo, ¿cómo? - le pregunto antes de que se fuera. - ¿Hoy a las 18?

-Si. - le contesto. - ¿Hay algún problema? - ¿que si lo había? Por supuesto, era un lunes uno de los días en los que Sonia ensaya ballet, ella solía salir a las 18. No se podía despedir de su amiga. - Chico, ¿puedes o no?

-Si, si puedo. - le contestó rápidamente.

-Perfecto. - le dijo su jefe antes de irse. No sabía cómo iba a irse de Avonlea sin despedirse de Sonia, no sabía cómo es que ella lo iba a perdonar.

MY PRETTY LADY |G.B.|Where stories live. Discover now