Capitulo 38

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Capítulo 38 | ¿Que se supone que haces?

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Capítulo 38 | ¿Que se supone que haces?

Morgan Cooper.

Me encantan cuando las personas me subestiman, ya le llevaba más que ventaja a Jhonny, el ni siquiera había pasado Iowa bien cuando yo ya está poniendo un pie en el punto de partida, ni siquiera había sudado una gota, me gusta ser Alpha, tenía algunos rasguños que se estaban borrando poco a poco mientras caminaba con un ramo de flores en las manos hacia Cassie.

Ay de ella si no me lo aceptaba, fui hasta su país natal a recogerlas, era un si o si, la sangre subió a sus mejillas al verme extenderles las flores, amo cuando se sonroja.

—He quitado las espinas para ti, aunque iba demasiado rápido tal vez quedaron algunas así que ten cuidado —le hago saber pasa que no se lastime con esas cosas, yo puedo sanarme pero ella no, la toma cubriéndose la cara por la vergüenza que siente, no le agrada tener toda la atención de eso me he dado cuenta.

—Gracias, es muy lindo de tu parte ¿Estás bien? Tienes muchos cortes en el brazo —señala mi brazo izquierdo todavía sonrojada, donde las heridas no habían sanado aún.

>> Brett ¿Que se supone qué haces? <<

¿Que no es obvio? Estoy deteniendo que te cures para ver la reacción de Cass.

>> ¿Que ganarías con esto? <<

Atención pendejo, me gusta que se preocupe por mí.

—Ahora que lo dices, si duele, duele mucho —hago una mueca de dolor aunque no sienta nada, Gigi y Sony están que se mueren de la risa pero todavía no explotan, todo lo que hago por atención.

—Deberías ir a curarte eso, ven, te ayudaré —ella comienza a caminar delante de mi haciéndome señas que la siga mientras escucho el ronroneo de Brett por la atención que nuestra mate nos está dando, Arg, hasta siento un cosquilleo en mi estómago ¿Por que sonríe tan hermoso? Siento que mi corazón explotara por su hermosa sonrisa, hace que me sienta en el sofá mientras va por lo que creo un botiquín.

Comienza aplicando alcohol en un algodón para luego aplicarlo en mi piel y debo fingir que me arde cuando no lo hace, ella lo hace con cuidado y expulsa aire de su boca para que no sienta tanto ardor.

—Gracias por ayudarme a curar.

—Ni que lo digas, te haz hecho todo esto por buscarme flores, gracias, lo menos que puedo hacer es curarte estos cortes —sonrió al escucharla, se está portando de lo más gentil y amable, bueno ella siempre ha sido amable pero ahora me encanta que lo sea conmigo, termina de curar cada uno de mis cortes—. ¿Quieres que ponga una bandita?

—Pero va a doler cuando me la quiera quitar —casi hago un puchero de no ser que estoy siendo muy infantil por unos simples cortes.

La humana becada.Where stories live. Discover now