BETWEEN. [Klaus/Kol]

⚜ salvatore boarding house.

- Los niños están en la escuela –respondió dándose vuelta.

- Oh por favor, creí que Rebekah bromeaba cuando dijo que iría –rodó los ojos ante lo estúpida que le parecía la idea.

- Parecía entusiasmada, dijo que tenía vigilar a Tyler y mi hermano a Elena ¿a ti también te asigno Klaus como niñera de alguien?

- Debería vigilar como ellos vigilan a Tyler y Elena, hablamos de un destripador sin humanidad y una original histérica que estuvo dormida por un siglo ¿Qué podría salir mal? –preguntó irónicamente, pero Damon no rió.

- Estamos a mano tu y yo –dijo mirándola con seriedad– me salvaste la vida, te doy hospedaje, fin –terminó su vaso de bourbon y camino hasta la puerta, Victoriya rió y uso su velocidad para interponerse en medio de Damon y la puerta, la distancia era casi nula.

- Yo diré cuando estemos a mano, te salvé dos veces –murmuró mostrándole dos dedos.

- Y me clavaste una estaca –refutó acercando un poco más su rostro al de ella.

- Apenas fue un rasguño corazón –sonrió apenas cuando sus narices se rozaron.

- Bien, puedes pedir un favor más, ahora muévete –tomó su cintura corriéndola del medio y salió de la casa pensando en porque había dicho eso, debería odiar a esa mujer por lo que le había hecho a Elena y a su hermano.

⚜ ⚜ ⚜

La fiesta/fogata del comienzo escolar había sido la mejor distracción que pudieron encontrar Damon, Elena, Caroline y Alaric, el cazador de vampiros local, para hacer un intento de intervención a Stefan. Intentaron incluir a Tyler, quien había estado aprendiendo unos cuantos trucos de vampiros con ayuda de Rebekah durante el día y también tenía una actitud extraña, actitud que Damon reconoció como un vínculo señorial con su creador, Klaus. Así que rompió su cuello antes de comenzar.

Elena y Alaric se ocuparían de inmovilizar a Stefan, y Caroline de tener la celda de su familia lista para encerrarlo. Mientras Damon distraería a Rebekah, creía que Victoriya no sería un obstáculo ya que no había mostrado mucho interés en las cosas escolares y no se aparecería por la fiesta. Se acercó a la rubia que estaba sentada junto a la fogata, y se sentó a su lado listo para usar sus encantos con ella.

- ¿Qué? ¿Te sientes viejo aquí? –preguntó cuándo lo noto.

- Mira quién habla –bromeó mientras ella sacaba un malvavisco quemado de la fogata.

- ¿Esto debería ser divertido? Ya hice como diez de estos –bufó.

- Es que no lo estás entendiendo –murmuró sacándoselo– son algo duros por fuera, pero por dentro... -dijo sacándole la parte de afuera, y le acerco el malvavisco a la boca, ella lo mordió y el chupo uno de sus dedos seductoramente.