BETWEEN. [Klaus/Kol]

⚜ timberwolves.

Mystic Falls, Sur de Virginia.

Rebekah les contó con detalles la conversación que había tenido con Stefan y los tres estuvieron de acuerdo nuevamente en que el ocultaba algo, y Klaus no iba a permitir que lo engañara, así que nuevos planes surgieron, planes que los llevaron de vuelta a Mystic Falls. Victoriya y Rebekah recorrían el pueblo mientras Klaus se quedó esperando a que Stefan despierte para tener una pequeña charla con él

Cuando finalmente despertó, se encontró en un lugar parecido al depósito de Chicago pero mucho más pequeño, estaba rodeado de los ataúdes y frente a él se encontraba el híbrido.

- Por favor, déjame explicarte ¿ok? –comenzó a justificarse.

- No hace falta, no estoy enojado. Solo tengo curiosidad –respondió con su habitual y cínica sonrisa– Rebekah y Victoriya creen que nos ocultas algo de tu antigua vida, y dado que ambas tienen un instinto infalible, casi sobrenatural... pensé que tenía que comprobar si es cierto, ver por mí mismo que estas ocultando. –Dio unos pasos y abrió la puerta del camión en el que se encontraban, revelándole que estaban de vuelta en la ciudad– Bienvenido a Mystic Falls, Stefan – dijo antes de romperle nuevamente el cuello.

- ¿Te diviertes? –preguntó Victoriya subiendo al camión.

- ¿Averiguaste algo?

- La doppelganger, está viva –anunció frustrada– pensé que era Katerina, pero su aroma es puramente humano –Klaus enfureció y cuando Stefan estaba despertando volvió a romper su cuello.

- ¿Dónde está Rebekah?

- Quiso recorrer un poco mas ¿tienes un plan Nik? –preguntó.

- Claro que tengo un plan –afirmó.

Klaus se pasó toda la tarde rompiendo el cuello de Stefan descargando su ira, cuando cayó la noche condujeron el camión hasta la escuela del pueblo donde Victoriya había averiguado que estarían Elena y algunos de sus amigos, incluido un hombre lobo. Mientras Rebekah había sido la elegida para esperar a que Stefan despierte.

- Estás vivo –murmuró cuando lo vio moverse.

- ¿Qué paso? –dijo cuándo notó donde estaban y el tiempo que había pasado.

- Mi hermano te dio una paliza, perdí la cuenta de cuantas veces rompió tu cuello.

- ¿Por qué nos trajo de vuelta a Mystic Falls?

- Ya puedes dejar de hacerte el tonto –dijo rodando los ojos la rubia– Victoriya averiguó lo que ocultabas.

- Pero no estoy ocultando nada –respondió Stefan– hice todo lo que Klaus me pidió.