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Los labios de Scorpius se sentían suaves contra los de Albus, como una mariposa. Sus manos estaban frías y notaban el calor que el cuerpo de Albus enviaba en su dirección. Le gustaba eso. Le gustaba que sintiera cosas por él.

Las manos de Albus acariciaban el blanco rosto de su amigo de forma delicada, temía que si hacía un movimiento brusco todo se detendría, y despertaria en la misma habitación que esa mañana como si nada hubiera pasado. Lo atraía más hacía su cuerpo y retrocedíahacia hacía la pared mientras no despegaban sus labios.

La forma en la que sus bocas se movían era tímida pero hambrienta, y su sintonía era perfecta, calmada pero llena de fuego. No podría encontrar palabras para definirlo, Scorpius no quería definir ese momento, se sentía en las nubes, se sentía como algodón ligero bailando entre las flores.

Hasta que Albus se separó

- Espera, mi madre está en el castillo - tomó la cara de Scorpius y la alejó suavemente sin despegar sus dedos del rostro de su amigo.

- ¿Por qué pensabas en tú madre?

Albus río un poco mientras recuperaba el aliento.

Estaban sonrojados y despeinados y apenas notando que seguían en el pasillo.

- El baile, Scorp - Él había extrañado llamarlo de esa forma - ¿Crees que deberíamos volver?

- Tienes razón, debo despedirme de mi madre.

- ¿Y le diras adiós con esa misma boca?

Scorpius se abalanzó sobre la boca de su amigo una última vez mientras Albus pasaba sus manos bajo su camisa y nuca. Se sentían tan bien.

Ambos comenzaron a arreglar su apariencia, devolver las camisas dentro del pantalón, ajustar los nudos de las corbatas y camuflar lo despeinado de sus cabellos.

Volvieron al Gran Comedor, sus padres estaban saliendo de él juntos. Ginny y Astoria fluían en su conversación cuando los vieron avanzar hacia ellos. La música continuaba mucho más fuerte que antes y las luces se habían tornado de tonos azules y morados.

- ¡Pero miren quienes aparecieron!

- Ambos se ven tan bien, prepárense les sacaré una foto ahora mismo - Dijo Harry.

- ¿Ahora?

- Sí, Albus. Ahora, porque no tenemos idea de dónde estuvieron todo este tiempo. Ahora posa para tu padre.

Albus se movió al lado de Scorpius y sonrió incómodo mientras la señora Malfoy levantaba sus pulgares en su dirección y su propio padre disparaba con la cámara mágica en su dirección.

- ¿Terminaste? - su padre asintió y ambos chicos se separaron. Más rapido de lo debido porque ambos matrimonios hicieron caras hacía ellos.

- Bien, creo que ya podemos irnos - Dijo el señor Malfoy para luego estrechar en sus brazos a su único hijo.

Astoria sonrió cómplice hacia Scorpius para luego despedirse de los Potter y compartir miradas intimas con Ginny Weasley.

- Bien, los veremos pronto niños.

Ambos observaron a sus padres desaparecer en la distancia y así dar la vuelta y encaminarse lo más rápido que pudieran hacía su habitación.

- ¿Tú crees que lo notaron?

- Definitivamente lo notaron.

Las mazmorras de Slytherin eran frías y se notaba aún más cuando sólo había dos cuerpos alrededor.

Albus no pudo sentir el clima de afuera porque el calor de las manos de Scorpius recorriendo su cuerpo era mucho más potente de lo que había soñado nunca.

Estaban recostados en la cama de Albus, uno junto al otro como tantas veces antes pero diferente ahora. Las túnicas, corbatas y zapatos pasaron a ser historia en el transcurso de la noche mientras los besos que dejaban borraban todas las palabras que creyeron nunca poder decir.

A Albus le gustaba como Scorpius acariciaba su piel, a Scorpius le gustaba como Albus no apresuraba las cosas.

Cortaron sus besos para obtener el oxígeno que les faltaba.

Se tumbaron mirando el techo, observando como un poco de luz de luna se filtraba en la habitación.

Los ojos de Albus brillaban cuando lo veían a Scorpuis, su piel iluminaba, tenía el cabello despeinado y las mejillas de un fuerte color rosa. Era como mirar un jardín lleno de flores. Albus podría haberse quedado ahí para siempre, limitándose a respirar y a sentir como su pecho se llenaba de la emoción mas cálida que creyó sentir nunca.

El calor que sus cuerpos emanaban, el sonido de sus respiraciones, sus piernas enlazadas, como Albus sostenía el rostro de Scorpius en la oscuridad con toda la delicadeza posible mientras el otro acariciaba sus rizos, sus frentes unidas. Se sentían flotando.

Albus bajo la mano de Scorpius y la enlazó con la suya bajo la mirada del rubio.

- ¿Estás bien?

- Siempre que este contigo.

Algo volvió a la mente de Albus mientras las manos de Scorpius seguían los huesos de la clavícula de su amigo.

Seguían siendo amigos.

- ¿Seguimos siendo amigos?

- Bueno, seguro que sí - Albus lo besó y Scorpius estaba por profundizar el beso cuando el otro se alejó - ¡Hey! Oh, ya veo. ¿Si te pido ser mi novio me darás más besos?

Albus rio ligeramente.

- Inténtalo.

- Albus Severus Potter ¿Quieres ser mi novio?

El Slytherin se inclinó sobre Scorpius mientras este sólo reía.

𝙎𝙃𝙀 𝙆𝙉𝙊𝙒𝙎 - scorbusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora