"Justin Bieber, mejor conocido como el espectro, era el hombre más poderoso del mundo que cumplía deseos a cambio de algún objeto que él deseara. Pero nunca imaginó que de aquella misteriosa chica, sólo querría su corazón".
idea sacada de la serie...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Maratón 3/3.
Justin dejó de ahorcar a Clodine con magia y apretó los puños a su costado con furia. No podía matarla, pero era lo que más estaba deseando por aparecer de la nada a esa hora de la madrugada y acercarse a su hija sin razón.
—¿Qué es lo que quieres? —preguntó Justin.
—Solo quería saludarlos y conocer a la pequeña Bieber —sonrió cínicamente.
—No son horas —Joanne negó con su cabeza mientras intentaba calmar a Bella.
—No eres bienvenida aquí Clodine, será mejor que te vayas y no aparezcas más a molestarnos o sino no me quedará más opción que enviarte al mundo mágico nuevamente —amenazó Justin.
—No te tengo miedo Justin.
—Deberías. No te permitiré que te acerques a mi familia —la apuntó.
Se acercó a Joanne y pasó un brazo por encima de su hombro para pegarla a él. Bella comenzó a calmarse a sentir la presencia de su padre cerca.
—No vengo por nada malo, solo vengo a advertirles —dijo Clodine.
—No me intere...
—Justin —lo interrumpió Joanne.
—¿Qué es lo que quieres advertirnos? —tensionó su mandíbula.
—Roselia se ha enterado que encontraron a Bella y está en busca de ella —respondió.
Justin pudo sentir como Joanne se tensionó bajo su brazo. Otra vez estaban volviendo a la razón por la que decidieron colocar el hechizo para desaparecer a la bebé.
—¿Y por qué debo creerte a ti? —Justin elevó una ceja.
—No tienes que hacerlo Bieber. Solo he venido a advertirte, luego no te andes quejando —elevó ambos brazos—. Te aseguro que no he venido por nada malo, solo me pareció correcto advertirles para que tengan cuidado.
Justin asintió sin estar del todo seguro. Luego de que se separó de ella había perdido toda la confianza, sabía que podía ser muy malvada cuando quería, lo demostró cuando Joanne apareció en su vida. Por eso la creía capaz de cualquier cosa, hasta de ponerse del lado de la reina por despecho.
—Gracias —respondió Joanne.
—Gracias. Ahora vete por donde has venido —apuntó la puerta.
Clodine puso los ojos en blanco y comenzó a mover sus manos.
—Buenas noches —saludó y desapareció dejando una niebla verde en el lugar.
Joanne miró a su esposo preocupada y siguió meciendo a una Bella casi dormida en brazos. Justin negó con su cabeza mientras se acercaba para envolverla en sus brazos.
