Specter ➵ j.b

prólogo

No One's Point of View.

Joanne caminaba por el bosque con su canasta en mano a paso rápido, se le había hecho tarde y estaba por anochecer. Ese lugar no era bueno de noche, era completamente peligroso debido a los animales salvajes y hombres que salían a cazar.

Ella vivía en un pequeño y humilde pueblo a unos metros de aquí, junto a sus padres y a su hermano menor. Su padre era el molinero y llevaba la harina al rey, mientras que su madre era una costurera. No contaban con mucho dinero, ya que sus trabajos no eran los mejores, pero siempre buscaban la forma de salir adelante.

Levantó su vestido para no caerse con ninguna rama y suspiró un poco más tranquila cuando llegó al camino de tierra, no estaba tan lejos. Cuando estaba por cruzar hacia el otro lado del bosque, apareció una carreta que era guiada por caballos a gran velocidad que la hizo caer de trasero. ¿Pero de dónde había salido? Ella lo hubiera oído. O quizá estaba tan perdida en sus pensamientos que no la oyó.

—Maldición —se quejó Joanne y se levantó para limpiar la tierra de su trasero.

Mientras tanto, del otro lado del bosque, Justin Bieber negociaba con un pobre hombre que pedía un poco de dinero para más cerveza. Justin sólo se le reía en la cara, era un pedido completamente absurdo, él sólo condecía cosas importantes.

Él fue quien puso en el camino a esa carreta, sintió la presencia de alguien que se acercaba y quiso alejarlo rápidamente. No me gustaba ser interrumpido cuando estaba tratando con la gente.

—P-por favor Señor Bieber —rogó el hombre de ropas gastadas arrodillándose frente a Justin y éste soltó una ronca carcajada.

—Déjame pensarlo —se llevó una mano a su barbilla haciendo que pensaba—. ¡No! —exclamó Justin y volvió a reír.

Sin esperar un minuto más, metió la mano en el pecho de ese hombre y arrancó su corazón, haciendo que se revolcara en el suelo. No lo mataría, pero si se llevaría algo para ponerlo en su colección de corazones.

—Vete —ordenó señalando una dirección cualquiera en el bosque y el hombre rápidamente se fue.

Lo que Justin no se había dado cuenta, era que Joanne lo vio todo. Se volteó y en cuestión de un segundo quedó parado frente a la chica, quien gritó asustada mientras intentaba huír. Justin seguía con el corazón, rojo y luminoso, del hombre borracho en sus manos.

—Señor, l-lo siento —se disculpó. Ella sabía que ese hombre era el espectro, el más temido y poderoso de todos.

—Quítate la capucha —ordenó, ya que aún no podía ver su rostro, y cuando Joanne lo hizo, sus facciones se ablandaron al instante.

Ella era preciosa, lo último que se le cruzaría por la cabeza sería matarla. Pero en su cabeza ya estaba ideando un plan para poder llevarla con él a su castillo, uno que a Joanne no le gustaría para nada.