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Jin caminaba con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, su mano siendo abrigada por el del chico ligeramente más alto que él y más fuerte.

—Me gustó la película —Sonrió ligeramente. 

—En realidad no pude prestarle atención —mencionó el rubio. 

Jin lo miro confundido a lo que el contrario rió

—Solo pude mirarte a ti, estas hermoso esta noche. 

Y decir que ese comentario no le había gustado sería mentir. Sus mejillas delatandolo por completo pero estas solo pudieron encenderse aún más cuando sintió como los labios de aquel chico se posaban en la misma.

—Muchas gracias por todo —dijo ni bien llegaron a la puerta de su departamento. 

—¿Te parece si entramos? 

Kim lo miro extrañado puesto que nadie se autoinvita a una casa que no es la suya. Se limitó a asentir aún mareado y dando un paso para que el otro pueda pasar.

Una vez dentro el ambiente se volvió ligeramente incomodo y cuando el menor lo iba a invitar a sentarse el contrario se abalanzo en su encima besando sus labios. 

Jin lo empujó por simple reacción mirándolo realmente sorprendido. 

—Hey, tranquilo. 

—¿Qué te pasa? —su tono tembló sin darse cuenta —¿Puedes irte? 

—Hey, pasémosla bien —se volvió a acercar pero Jin puso sus manos como escudo. 

Y lo siguiente que recordaba era aquel chico sentado encima de él y besándolo en contra de su consentimiento. 

Kim quiso moverse, librarse pero la fuerza de aquel seguía siendo mayor, tenia las muñecas atadas con un cinturón en la cabecera de su cama y las fuertes manos de aquel presionando su cintura contra la cama. 

—Estas delicioso pero deja de quejarte, maldita sea.   

—No puedo. 

—Jin, mírame —pidió amablemente. 

El mayor hizo lo pedido saliendo totalmente de sus recuerdos de aquella noche. 

—Es difícil, pero se que puedes hacerlo.

—No puedo, no puedo —Sin darse cuenta sus manos se movieron rápidamente a sus muñecas. 

—Respira, dale —Le ayudó haciendo él el gesto para que Kim le siga. 

—Jackson, no puedo —Pequeñas lágrimas amenazaron con caer. 

—Necesito que pronuncies su nombre. 

—No —meneó su cabeza de lado a lado. 

—Jin, lo hemos echo antes, se que puedes, dime su nombre. 

Presionó sus parpados realmente tenso.

—Kang Ji Hon —susurró.

—Bien, ahora sé que puedes seguir. 

—No, no, no recuerdo, lo juro. 

Jackson lo miró serio, sabía de sobra que era un caso delicado y entendía a Jin pero luego de 2 años de terapia sabía que podría afrontarlo. 

OLD SCARS | KTH&JJKWhere stories live. Discover now