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Jungkook caminaba tranquilo por los conocidos pasillos de su aburrida escuela. 

—¡Jungkookie! —chilló al mismo tiempo que ponía los brazos en su amigo y saltaba sobre él. 

—¡Yugyeom! —trató de mantener el equilibro segundos luego empujando al menor. —No puedes aparecer así. 

—Eres un soporífero. 

—Ilumíname.

—Persona que es tan aburrida que produce sueño. 

Jungkook abrió sus rasgados orbes y comenzó a carcajear. 

—Te dije que leer el diccionario no te mataría. 

 —¡Te equivocas! Lo vi en una película —sonrió inocente.

El mayor volvió a reír mientras negaba retomando su camino. Sus pupilas fijas en el interesante color blanco de sus zapatillas hasta que otras de un color negro aparecieron. 

—Oye, Chan, mira, el huerfanito esta buscando cariño —rió el nuevo. 

Jeon levantó su cabeza y la posó en los 3 chicos parados frente a él. Trato de ignorarlos pasando por su lado pero sintió como uno de ellos jalaba de su brazo fuertemente y lo tumbaba al piso. 

—Oye imbécil, déjalo que no te hace nada —Yugyeom apareció dispuesto a golpearlos. 

Jungkook vio sus intenciones y se apresuro levantándose y poniendo sus manos en el pecho de su amigo. 

—Yugy, basta, no les hagas caso —susurró. 

—¿Eres su mamá? —se burló uno —Ay, no, ella esta muerta. Ni le importó su hijo.

Pequeñas lagrimas comenzaron a acumularse en sus cuencas, empuño sus manos en el pecho de su amigo contando mentalmente para calmarse. Este lo notó y quitó con delicadeza su agarre para luego saltar sobre uno de sus compañeros. 

—¿Me pegaras tú? ¿La nenita no puede defenderse? Ay, verdad —fingió recordar—Tampoco tiene papá.  

Jungkook pasó por su lado empujando a uno de ellos y corriendo a esconderse en cualquier lugar donde nadie lo moleste todo el tiempo. Yugyeom reaccionó tirándole un fuerte puñetazo en la mejilla y luego corriendo detrás de su mejor amigo. 

Jeon limpió con la manga de su suéter las lagrimas en sus mejillas y se escondió en aquel lugar donde nadie lo molestaría, y que después de todo se había vuelto su lugar seguro. 

El cuarto de limpieza. 

Empujó la puerta asegurándose de que nadie lo vea entrando ahí y se acomodo en una esquinita. 

Entre los baldes, los productos de limpieza y las escobas nadie podría hacerle daño, nadie lo juzgaría ni lo molestaría. 

Nadie lo haría llorar.

Escondió su cabellera entre sus rodillas pensando que realmente todos ellos siempre tendrían razón. Sus padres lo abandonaron, no pensaron en él, no lo querían. 

Jungkook no valía nada para nadie. 

Luego de perderse la primera hora de clase decidió volver. Odia tener que estar ahí aquel día y en esos momentos odiaba que Yugyeom no dejara de hablar. 

—Vamos Kook, falta poco para acabar las clases y no me has dirigido la palabra. —Jungkook volvió a ignorarlo —¿Cómo puedes hacer eso? 

El profesor encargado de las dos ultimas horas ingresó indicando que todos vuelvan a sus asientos y aquello fue suficiente para que el menor se retirara. 

OLD SCARS | KTH&JJKWhere stories live. Discover now