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—¿Y vino así nomas? ¿No dijo nada? 

—No, Nam, solo apareció con la mochila y cuando le pregunté que pasaba me dijo que quería quedarse al menos unos días. 

Namjoon suspiró mientras terminaba de acomodar perfectamente la fruta que había cortado para el menor. Estaba dudando si el kiwi iba a ser demasiado ácido para el durazno.

—Trataré de hablar con él. 

—No creo que sea buena idea, no parece querer hablar. —Jin comenzó a pensar en alguna solución. —Haz que baje y...  ¡Juguemos con él!

—Ya no es un niño. 

—Te espero en la sala. 

Namjoon se rió pensando que cuando a Jin se le metía algo en la cabeza nadie le cambiaría el parecer. Camino escaleras arriba cuidando de que su trabajo no se vea arruinado y tocando luego suavemente la puerta del menor. 

Sin esperar respuesta pensó en entrar como siempre hasta que escucho la voz del menor—Adelante. 

—Su majestad, traje sus frutas favoritas —rió entrando a la habitación. 

—¡Hyung! —Jungkook se acomodó en su cama recibiendo segundos después el plato del mayor, probando la primera fruta dulce y sonriendo feliz por el delicioso sabor. 

—Casi cambio tu cuarto por mi estudio.

—Lamento no haber venido antes —sus facciones se volvieron tristes. 

—No te preocupes, pequeño. —revoloteó su cabello —Jinnie quiere que bailemos, ¿le apetece a su majestad bailar esta... —miró el reloj— tarde?

Jungkook rió de nuevo terminando rápido su aperitivo y asintiendo repetidas veces. Una vez terminado los dos bajaron a la no tan pequeña sala viendo a Seokjin bailar graciosamente frente a la pantalla. Los dos se miraron cómplices y comenzaron a reír. 

El mayor los volteo a mirar fingiendo molestia y acercándose, logrando que los salieron corriendo. 

—Ya, Namjoon, no puedes comportarte como Jungkookie. 

—Bien, bien —salió despacio de su escondite y cuando Jin levanto su mano para golpearlo, Nam paso su brazo por la cintura del mayor depositando un suave beso en su mejilla. —Bailemos. 

Jin se sonrojo y se soltó rápido del agarre del menor antes de que Jungkook los viera. No muchos minutos después Jungkook salió también agarrando el celular en la mesa para que este pueda controlar sus movimientos.

Dos horas pasaron y los tres se tiraron rendidos contra el sofá. Dos horas en las que habían bailado sin parar, entre risas y bromas entre todos especialmente de Jungkook hacía sus mayores por su poca coordinación para el baile. 

—Cuando uno llega a una edad ya no se puede mover como siempre —se quejó Seokjin. 

—Hyung esta viejito —susurró Jungkook para Namjoon quien rió al mismo tiempo. 

—Estaré viejito pero sigo siendo flexible. 

—No opino lo mismo —dijo Namjoon colocando una cara pervertida. 

Jeon rió escandalosamente mientras Seokjin se sonrojaba y comenzaba a quejarse. 

—Mírame entonces. 

Jin aprovecho que tenía su atención para levantar su pierna derecha hacia atrás y agarrar su tobillo con una mano hasta hacerlo chocar contra su cabeza. 

OLD SCARS | KTH&JJKWhere stories live. Discover now