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Jungkook caminaba de lado a lado manteniendo el mejor equilibrio posible porque un paso en falso solo le llevaría a una muerte segura. 

Aunque en aquellos momento parecía ser lo mejor. 

Dos semanas habían pasado y Taehyung había cumplido su palabra, no lo había buscado ni nada. Y aquello dolía mucho más de lo que había esperado.

Yugyeom siempre buscaba sacarle una sonrisa más no era suficiente, no cuando la mayoría de los profesores solo le reclamaban su bajo rendimiento, no cuando Taehyung estaba como si nada riéndose con su nuevo novio como si realmente Jungkook nunca valió nada y no cuando cada día tenia que soportar los constantes maltratos de sus estúpidos compañeros. 

Tal ves si saltaba todo estaría bien. 

Llegaría donde su mamá y su papá, ya no estaría solo. 

Suspiro poniendo sus pies en dirección a la calle, mirando como los autos pasaban pero no lo alcanzaban a ver, porque Jungkook estaba en el ultimo piso de su colegio. 

Hace poco había encontrado ese lugar, luego de que el señor de limpieza lo botara. Se había convertido en su escondite después de todo, en donde pasaba las horas en las que sus profesores no le dejaban entrar a clases. 

—¡Jungkook! 

El menor lo ignoró por completo mirando aun las pequeñas manchitas que caminaban por la acera. 

—Kookie, ven conmigo, baja de ahí. —se acercó teniendo cuidado. 

—Detente.

—Hey, bebé, no estas pensando, ven a mí, por favor. 

Jungkook volvió a ignorarlo estirando un pie al aire y haciendo que a su acompañante se le paren los latidos del corazón. 

—Jungkook, escúchame, no estás solo, me tienes a mí. Si algo te pasa, juro que me iré contigo. 

No muchos años atrás, cuando todavía era un niño sin preocupaciones, le habían comentado acerca de la depresión infantil. Creyó que era algo absurdo puesto que los niños siempre vivían en sus propios mundos siendo dueños de estos mismos. 

Soltó una risa amarga, aun moviendo su pie en figuras sin sentido. Él era uno de esos niños. 

Giro sobre sus talones sin mucho cuidado y casi perdiendo el equilibrio al hacer aquello.

Su corazón dolía y se odiaba por ser lo que era. Su miedo mostrándose de nuevo al subir las mangas de su polera y rascar sus brazos por sobre los anteriores rasguños, pero luego de dos semanas haciendo lo mismo, estas ya no le servían de algún consuelo.

—Por favor no me dejes tu también —lloró Jeon. 

—No lo haré nunca, pero tu tampoco debes dejarme, baja de ahí. 

Jungkook pegó un salto hacía el lugar seguro y el contrario corrió a arrullarlo en sus brazos, llorando también. 

—Por dios Jungkook, no pienses en dejarme. 

—Lo siento, Yugy. 

(...)

—¿Como esta Jungkook? —cuestionó mirando al menor. 

—La verdad no sé mucho, desde que pelearon me he quedado con Tae pero le encargue a Yugyeom que lo cuide. 

Jimin se acomodó mejor en la cama apegándose a Yoongi y escondiéndose en su cuello. 

OLD SCARS | KTH&JJKWhere stories live. Discover now