Daniel

Capítulo 20

Me aparto con cuidado de ella y salgo de la habitación hacia mi despacho.

¿Cómo puedo ser tan estúpido?

Ella necesita recuperarse y yo relajarme, aunque ella también respondió muy bien...

De todas formas, necesita recuperarse. Sí, eso necesita.

Me ocupo en un par de correos de la empresa y llamadas que debo hacer hasta que me doy cuenta de que es muy tarde y es hora de ir a dormir.

Al día siguiente, Bartoli nos prepara el desayuno y Melody y yo comemos en silencio hasta que decido interrumpirlo.

-Anoche estuve pensando en lo que me dijiste, sobre incorporarme de nuevo a mis labores en la empresa -murmuro antes de beber un sorbo de mi café.

-¿Y bien? 

-Creo que podría hacerlo -asiento.

Una sonrisa radiante se abre en su rostro cuando la observo mientras como.

-¡Eso es genial! -dice antes de besarme en la mejilla-. Estoy segura de que es una excelente idea, no deberías dejar a un lado tus compromisos laborales por mi culpa.

-No digas tonterías, no es tu culpa -niego acariciando su mano-. Pero yo también estoy seguro de que no es del todo una mala idea.

Melody se hace la ofendida y me lanza un puñetazo juguetón al brazo.

-Pero debes prometerme que me vas a llamar -sentencio serio.

Lo último que quiero es que algo le vuelva a suceder.

-Promételo.

-No tienes que preocuparte, estaré bien -niega.

-Melody.

-Daniel.

-Hablo en serio -reafirmo acomodándome en la butaca para tenerla de frente-, necesito que me prometas que me vas a llamar si sientes alguna molestia o te sucede algo.

-¿Aunque sólo sea un dolor en el dedo meñique? -pregunta cínica.

-Correcto -asiento.

Se lo piensa un momento para al final sonreír.

-De acuerdo -asiente.

La tomo entre mis brazos y disfrutamos de un apasionado beso, hasta que Wilson irrumpe en la estancia.

-Disculpe, señor. Buenos días -murmura avergonzado después de aclararse la garganta-. Hay algo que debe ver.

Dejo a Melody para que termine de desayunar y camino con Wilson en dirección a mi despacho.

-El día de ayer, logramos tener acceso a las cámaras de seguridad de la ciudad, específicamente a las ubicadas dentro del radio de la heladería y notamos una anomalía.

Entramos en mi despacho y Wilson pone en las pantallas el video de una de las cámaras que se encontraba a poco más de diez metros del frente del local.

En una esquina de la imagen se aprecia la fecha y hora coincidentes con el día del accidente, dentro del cuadro se ve a Melody llegar en su auto y aparcar al frente del local antes de bajarse e ingresar.

Menos de dos minutos después, un hombre encapuchado aparece en la imagen, observa hacia adentro del local por los ventanales, observa el auto de Melody y da la vuelta desapareciendo al costado opuesto del vehículo que da al local.

-¿En dónde está? -pregunto intento observar con cuidado la imagen.

Wilson adelanta la cinta cinco minutos y el sujeto vuelve a aparecer en el costado del vehículo por el que desapareció.