Capítulo 17

2.9K 250 11
                                    


Mientras transcurren dieciséis horas y media de vuelo, pienso en muchas cosas al mismo tiempo, muchas son relacionadas al trabajo, a la empresa y cómo mejorar. 

Pero otros pensamientos son sobre cómo voy a proponerle a Melody pasar una vida junto a mí, sé que no es fácil, y el entorno que me rodea puede ser abrumador, pero estoy seguro de que ella podrá manejarlo.

Los guardaespaldas que han venido conmigo, aprovechan el tiempo para repasar protocolos de seguridad bajo diferentes amenazas. Mientras tanto, pienso que fue una buena idea dejar a Wilson con Melody, junto con otros tres encubiertos para garantizar su seguridad mientras estoy fuera.

-Señor, durante la estancia en el hotel las habitaciones estarán repartidas dentro de la suite de la siguiente manera... -Roger, el hombre a cargo de mi seguridad durante este viaje habla mientras me muestra un diseño a escala de la que será la habitación en la que me quedaré.

Una lujosa estancia con seis dormitorios, siete baños, una sala de estar, comedor, cocina, terraza con vista al mar y bar privado. Todos los lugares con una arquitectura impresionante y estratégicamente ocupados por los de vigilancia.

Una vez hube aterrizado, hice tres llamadas. La primera fue a mi madre, únicamente para avisarle que había llegado bien y que todo estaba en orden mientras salíamos del aeropuerto; la segunda llamada fue a mi abuelo, con quien me demoré un poco más de la cuenta repasando algunas instrucciones.

-Todo estará bien, hijo. Tú ocúpate de esos árabes, que yo me encargaré de que todo en la empresa siga su curso -me aseguró desde el otro lado de la línea.

-Gracias, abuelo. No tardaré demasiado, intentaré que sea lo más rápido posible -respondí entrando en  el hotel-. Por cierto, ¿Me harías un enorme favor?

-¡Claro que sí! Lo que sea.

-¿Podrías intentar distraer un poco a Melody? He notado que ha estado ocupada el trabajo pero sé que le hubiera gustado que yo me quedara con ella, no me gustaría que...

-Descuida, ella es una chica inteligente -asegura-. Pueden que su humor esté un poco caído, pero no hay nada que éste viejo no sepa hacer mejor que contar chistes.

Y de inmediato una sonrisa aparece en mi cara, es cierto, en las reuniones familiares, mi abuelo siempre se ha caracterizado por sacar alguno que otro chiste. No siempre son muy buenos, pero su risa es contagiosa.

-De verdad te lo agradezco, abuelo. Eres asombroso.

-Tú quédate tranquilo que ella quedó en buenas manos -lo escucho despedirse antes de colgar.

La tercera llamada va a Melody.

-¿Y ya te has instalado?

-Así es -afirmo-. El lugar te hubiera encantado, es realmente precioso.

-Es probable, pero mi jefe no ha dejado que viaje ya que me tiene atiborrada de trabajo -se excusa de forma graciosa y yo decido seguir su juego.

-¿Ah si? Pues tu jefe debe ser un auténtico idiota, debería darte unas vacaciones.

-¡Lo sé! Me lo dicen a menudo, que extraño ¿no?

No puedo evitar reír y la escucho haciendo lo mismo.

-Es usted imposible, señorita Smith.

-Podría decir lo mismo de usted, señor Wohlberg.

Por mucho que me gustaría seguir hablando con ella, debo alistarme para la reunión, y por la hora sé que probablemente ella también debería alistarse para irse a trabajar.

DanielUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum