Capítulo 6. Celestial

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Una vez en  el dormitorio que comparto con las chicas, Logan se despide de las cuatro para marcharse a su trabajo. Luego de una siesta de recuperación, reviso mi teléfono.

Llamo a mis padres y lo pongo al tanto de todas mis actividades —Omito el accidente de hoy. Mamá lo que menos necesita es preocuparse—. Envío un cuantos mensajes a Benjamín y luego busco en mi bolso la tarjeta que Meredith me dio, le envío un texto —Las llamadas no son lo mío—. Pidiéndole si nos podíamos reunir mañana ya que estaba interesada en el trabajo que me propuso.

Meredith: Me alegro mucho que aceptarás. Por supuesto, mañana podremos vernos después que termines tus clases, haré que te recojan a las 17:00 frente a tu residencia.
Cariños.

Leo su mensaje y estoy por contestarle, cuando mi celular vibra en indicación a un nuevo mensaje

Número Desconocido: Megan, quisiera verte y saber cómo sigues, saber que estás recuperada. Te estoy esperando en la fuente central. Abrígate está haciendo un frío de mil demonios, no tardes o moriré de pulmonía. 
C.L

¿C.L? no conozco a nadie con esas iniciales. Ningún Carlos —Bueno el de la cafetería, pero era imposible— tampoco ningún Christian, ni Christopher. Y Corina obviamente no era, ya que está dormida en su cama, así como Ashley y Emma.

Sin pensarlo dos veces, tomo mi abrigo y me colocó unas botas bajas para protegerme del frío.

Abro la puerta con mucho cuidado —Bueno no tan cuidadosamente ya que  Emma me habla.

—¿A dónde vas? —Pregunta la rubia con uno ojo todavía cerrado. Esta medio dormida.

—Mmm... Solo voy un momento a tomar aire-. Soy un desastre para mentir. Y ella lo sabe.

—Aja... La que odia salir sola.

—¿Qué? —Preguntó colocando mis manos en la cintura—. ¿Ahora no puedo salir a tomar un poco de aire?

—Por supuesto. ¿Quién soy yo para prohibirte algo? Solo regresa temprano, tendremos noche de chicas —Murmura antes de volver a dormir. 

—¡Emma! —Ashley abre la puerta solo unos segundos después de yo haberla cerrado. 

—Pensé que dormías.

—Corina ronca, estoy despierta desde hace rato —Hace un gesto de indiferencia— En fin, solo quería decirte que oraré para que ese “aire” tenga lindo trasero.

Ruedo mis ojos y sigo mi camino.  

Camino rápido por el campus, y la brisa helada hace que mi cabello se despeine un poco. Ya una vez frente a la fuente no veo a nadie. Revisó mi teléfono y no tengo más mensajes.

¿Y si es un secuestrador? ¿Y si es alguien que quiere hacerme daño? Como se me ocurrió venir así, sin más. No pensé las cosas y la curiosidad me jugó mal

Mi teléfono vibra nuevamente.

Número Desconocido: Eres puntual... Eso me gusta. Al igual que tus botas.
C.L

Ok estoy siendo observada.

Para: Número desconocido
¿Quién eres? ¿Dónde estás? No le veo gracia que hagas que salga tan tarde, solo para que me digas lo lindas que son mis botas. Cosa que obviamente yo ya se, ya que fue el motivo de haberlas comprado.

Número Desconocido: Veo que eres una mujer directa. Mira en dirección al árbol, el de tronco más grueso.

Busco rápidamente el supuesto árbol. Hay demasiado árboles alrededor ¿Cómo demonios voy a saber cuál es el más grueso?

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