Parte 15

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La tormenta ha disminuido a una leve precipitación a la hora en al que Harry se despierta la mañana siguiente. El cielo es aún gris y no ha parado de llover cuando Harry sale a trotar. Al regresar al hostal deja un camino de huellas embarradas tras él y la pobre recepcionista parece a punto de desmayarse.

No es suficiente para detener a Draco, que insiste en pasear por la costa, luego de un desayuno sin prisas.

–Puedes ir tu, yo me quedo –le dice Harry.

–Ah, se me olvidaba que aun tienes por lo menos siete paginas de Quidditch Semanal para leer –replica Draco, pero no hay malicia en su voz y Harry se ríe.

–No te caigas de un acantilado.

–Gracias por el consejo, Potter. Voy a escribirlo para que no se me olvide.

Draco deja la habitación, llevándose la varita consigo. Tiene un curioso hábito de usar las puntas de los dedos para girarla y esconderla bajo su manga, donde se queda adherida. Es un truco muy ingenioso, piensa Harry, y parece incluso más rápido que el que les enseñan en el entrenamiento de Aurores.

Una vez Draco se ha marchado, Harry centra su atención en la copia de Quidditch Semanal que compró en una tienda de Hoppers Crossing. Ha leído todos los artículos dos veces. Hay una página entera dedicada a Ginny en la sección con el Top de 10 Mejores Jugadoras Femeninas de Quidditch. La página está llena de fotografías de ella y referencias a "la ex prometida de Harry Potter". Eso le molesta a Harry. Ginny ha luchado por años para construirse un nombre, pero en incontables entrevistas deportivas y artículos de Quidditch, el de Harry siempre resulta siendo parte entusiasta de la conversación. Ahora parece que incluso aunque no estén en una relación, sigue teniendo el mismo problema.

Harry se pregunta vagamente cómo los periódicos presentaron la historia. Aunque rompieron en navidad, la prensa no empezó a especular hasta febrero, y Hermione le dijo que Rita Skeeter publicó oficialmente la noticia a finales de abril. Harry no hubiera sabido de otra forma. Él no lee la prensa, se fía de Ron y Hermione para que lo mantengan al tanto de los sucesos del mundo mágico. De otra manera, sabe que estaría leyendo artículo tras artículo de su supuesta vida privada. Al menos no hay nada malo en las noticias, le aseguró Hermione. Más que todo reportes tontos y escandalosos, como que Harry había reclamado la propiedad de un supuesto dragón mascota o que Ginny vendió su anillo de compromiso con un clasificado en el Diario el Profeta.

Por supuesto, no hay duda de que habrían noticias aun más escandalosas si alguien se enterara de que Harry desapareció súbitamente.

Harry siempre se escondió de los medios y se mantuvo notoriamente difícil de encontrar. Hermione y Ron siempre lo cubren, pero obviamente sus compañeros de trabajo se percatarán de su inexplicada ausencia y van a chismosear entre ellos. Pronto los chismes llegarán a oídos de la siempre alerta Rita Skeeter.

Harry ni siquiera considera a Draco recurriendo a la prensa. Draco no haría algo así. No sabe porqué, pero está seguro. Cuando vuelvan...

Cuando vuelvan.

Harry se sienta en el borde de la cama de Draco. Volver es algo en lo que ha tratado de no pensar. Cuando volvamos. Es difícil siquiera de imaginar. Por supuesto que sus amigos deben estar terriblemente preocupados y tendrá que visitarlos en algún momento —una punzada de culpa le atraviesa el corazón—. Tendrá que explicar el porqué de su ausencia a sus enojados supervisores, lidiar con curiosos colegas...

...pero luego piensa en el departamento, en la caja en el cielo, con sus polvorientas encimeras y habitaciones vacías. En el silencio que pesa en las noches cuando no puede dormir.

Corriendo en el aire Where stories live. Discover now